GUADALAJARA, 27 Sep.
M.H.B., para quien la Fiscalía ha pedido 57 años de prisión por nueve delitos de homicidio en nivel de tentativa y un delito de conducción con desprecio por la vida por un atropello múltiple el 26 de marzo de 2021 en la ciudad de Yunquera de Henares (Guadalajara), ha proclamado en el juicio festejado en la Audiencia de Guadalajara, que el día que sucedieron los hechos él estaba "mal de todo", que le dolía bastante la cabeza y que fue al médico y le recetó unas pastillas.
"Cuando las tomé, no recuerdo dónde voy, y me pasó el incidente", ha abundado. En el banquillo, el acusado, en prisión provisional desde el instante en que sucedieron los hechos, ha proclamado con el apoyo de una intérprete y ha pedido perdón por lo sucedido, tras garantizar que él no posee nada contra absolutamente nadie en Yunquera.
"Vengo a soliciar perdón. Yo estoy mal, no estoy bien. No me llevaba mal con absolutamente nadie en Yunquera. Eso me pasó por el hecho de que estoy mal", ha abundado a cuestiones de la Defensa, quien, a favor de su defendido ha usado como hilo argumental que el procesado padece una patología.
De nacionalidad marroquí, casado y con 4 hijos, el procesado ha reiterado en múltiples oportunidades que no recuerda nada del incidente ni haber arrollado a ningún peatón, pero si que cogió el turismo desde su hogar pero que no sabía a dónde iba.
De este modo, según ha manifestado, ha apuntado que no sabe por qué razón fue a Yunquera de Henares por el hecho de que no conoce allí a absolutamente nadie. "Como estoy mal, no recuerdo de nada, ni a dónde voy".
El primer recuerdo que tiene después de los hechos se enfoca en su presencia en el cuartel de la Guardia Civil, ha subrayado. Si recuerda asimismo de haberse entrevistado tras el incidente con el psiquiatra del Hospital de Guadalajara.
Si bien en un inicio dijo que no había recibido ningún género de régimen siquiátrico antes a estos sucesos, la Fiscal le ha recordado que, según constaba en las actuaciones, en 2016, en Marruecos, se le pautaron un antidepresivo y un ansiolítico, algo que siguió tomando en España y "en el momento en que se le acababa, le recetaban mucho más", ha subrayado.
En la actualidad, M.H.B. toma en prisión unas seis pastillas cada día. Ha señalado que no sabe para qué exactamente son, que "algo tiene en la cabeza" si bien no recuerda como tiene por nombre a pesar de que se lo explicó el médico.
No obstante, siendo preguntado por su defensa sobre si, como ha dicho en su primera declaración la doctora Costelo, el acusado era un enfermo mental que padecía esquizofrenia, no lo ha negado.
El letrado Defensor ha insistido en que el régimen que en este momento recibe el procesado en prisión es el acertado y que está mucho más relajado.
"En este momento en el momento en que me tomo esa pastilla estoy bien", dijo M.H.B, tras admitir que está mejor y que se arrepiente de lo que pasó.
Ámbas primeras presentes que han prestado declaración fueron 2 hermanas; las dos han proclamado que el acusado iba rapidísimo en el vehículo y que se subió a la acera; a una de ellas la alcanzó y después escapó.
Alberto, dueño de entre los bares contra los que salió el acusado impactó con su vehículo, asimismo ha prestado declaración como testigo. "Si no es por la valla, nos aniquila a todos. Cuando le vi dije: hasta aquí llegué. Fue a por nosotros", ha subrayado.
De la misma forma, Álvaro Bravo se encontraba sentado con otra tres personas en el 'Bar Kibi' y en este momento ten en cuenta que el vehículo aceleró y les llevó a todos por enfrente, algo que ha compartido José Gómez, quien ha incidido en que, si no llega a retirarse, no solo hubiese sufrido daños en la pierna sino le hubiera "cortado por medio".
Ana María Mosquera se encontraba ese día sentada en la terraza del 'Bar Ricote' y el vehículo del acusado le arrolló y cayó sobre la puerta del lugar.
Francisco es el dueño del 'Bar Ricote' y escuchó el encontronazo, se viró y vio "a una señora volando".
El Ministerio Fiscal asimismo ha solicitado, en término de compromiso civil, una indemnización para los damnificados que ascendería a cerca de 500.000 euros, entendiendo que en el momento en que se cometieron los hechos el procesado "no presentaba modificaciones en la esfera intelectiva ni volitiva que conduzcan a una disminución de su compromiso, no estando situaciones psicopatológicas indicativas de una perturbación o trastorno psíquico con naturaleza bastante para incidir o cambiar la entendimiento de los hechos".
Por su lado, la compañía Allianz, consigna asimismo la cantidad a abonar en unos 200.000 euros por los daños de los automóviles que se llevó por enfrente.
El juicio prosigue con la declaración de nuevos presentes y, ahora va a ser el momento de los peritos y agentes de la Guardia Civil, sin que se descarte que termine este martes.