CIUDAD REAL, 26 de noviembre.

En un evento trágico y alarmante ocurrido en la localidad de Arroba de los Montes, A.L.M, un albañil, ha sido condenado a once años de prisión por intentar asesinar a una pareja, resultado de una amarga disputa judicial que se prolongó a lo largo de varios años. Este castigo es notablemente menor que los 19 años que inicialmente solicitaba la Fiscalía, lo que ha suscitado la inquietud de muchos sobre la justicia en este caso.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real dictó la sentencia tras un acuerdo entre las partes, un desenlace que provoca reflexiones sobre la verdadera naturaleza de la justicia y el alcance de las penas en actos tan severos.

La enemistad entre A.L.M y el matrimonio comenzó en 2009, cuando el albañil se comprometió a construir una vivienda para ellos. Sin embargo, problemas serios en la cimentación de la casa forzaron a detener las obras, lo que provocó que la pareja interpusiera una demanda en su contra. El tribunal falló a favor de la pareja, obligando a A.L.M a reembolsar cerca de 50.000 euros, una suma que, según se ha informado, nunca llegó a ser satisfecha.

Con el tiempo, debido a la negativa del albañil a pagar, la situación se tornó insostenible y, finalmente, los propietarios terminaron ocupando la vivienda, lo que desató en A.L.M un profundo resentimiento. Esta animosidad se tradujo en actos de vandalismo contra la pareja, incluyendo daños en su vehículo y su hogar, lo que evidencia un claro signo de deterioro en la convivencia pacífica.

La escalada de violencia culminó de manera trágica en septiembre de 2022. A.L.M, esperando pacientemente frente a la vivienda de la pareja durante toda una tarde, los embistió con su vehículo en un acto deliberado cuyo objetivo era quitarles la vida. Tal comportamiento no solo revela un profundo rencor, sino también una deliberada intención de causar daño grave.

Precediendo a este intento de asesinato, el albañil había dejado entrever su estado mental a través de un inquietante mensaje en su perfil de Facebook, donde realizó una metáfora sobre la crueldad inherente al ser humano, sugiriendo que la capacidad de hacer daño trasciende las necesidades básicas. Dos meses antes, A.L.M había sido acusado de amenazar a una de las víctimas, lo que plantea preguntas sobre el manejo de situaciones de acoso y amenazas en la sociedad actual.

Como consecuencia del ataque, la mujer sufrió un grave traumatismo craneoencefálico, además de múltiples heridas. Su pareja no salió indemne, ya que también sufrió hematomas por todo su cuerpo y ambos presentaron trastorno de estrés postraumático crónico, evidenciando el impacto devastador de la acción del albañil en sus vidas.

Por todo lo mencionado, A.L.M ha sido sentenciado a once años de prisión por dos intentos de asesinato, además de tener que indemnizar a la pareja con casi 38.000 euros por daños físicos y morales, junto con el abono de intereses legales y costas procesales. Este fallo plantea un debate necesario sobre las repercusiones de la violencia y cómo la justicia responde a estos actos extremos en nuestro contexto social.

Finalmente, tras el cumplimiento de su condena, A.L.M estará sujeto a una orden de alejamiento de 300 metros de sus víctimas, lo que le obligará a cambiar de residencia, dado que todos los implicados residen en la misma localidad. Este hecho subraya la necesidad de medidas concretas para proteger a las víctimas de violencia, quienes a menudo son olvidadas en el proceso judicial.