GUADALAJARA, 9 de enero.

El Ayuntamiento de Guadalajara ha decidido poner en marcha una ambiciosa operación destinada a la limpieza del río Henares, abarcando un recorrido de aproximadamente 1.500 metros, que va desde el puente árabe hasta el puente de Julián Besteiro. Este esfuerzo tiene como objetivo primordial prevenir futuros taponamientos del río que podrían desencadenar inundaciones en los barrios circundantes, así como lograr una mejor integración de este recurso hídrico en el entorno urbano. Se anticipa que estos trabajos den comienzo en febrero, con la meta de concluir antes de la llegada de la primavera.

El concejal de Medio Ambiente, José Luis Alguacil, fue el encargado de proporcionar detalles sobre este proyecto en uno de los tramos del río. Alguacil manifestó que se prevé la necesidad de retirar un gran volumen de residuos; "muchos camiones" estarán involucrados en la recolección de árboles caídos, vegetación densa y desechos urbanos que se han acumulado a lo largo del tiempo.

Para llevar a cabo estas labores de conservación y desbroce, el Ayuntamiento ha solicitado y obtenido el permiso pertinente de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT). Con esta autorización, ya se ha iniciado el proceso de licitación de un contrato que asciende a 50.000 euros. Las áreas que más se beneficiarán de estas intervenciones serán, en particular, los barrios de La Chopera y Río Henares.

En los últimos seis años, diversos fenómenos climáticos han ocasionado múltiples crecidas del agua, especialmente durante desembalses de la presa de Beleña. Estas situaciones han resultado en el arrastre de vegetación, caídas de árboles e incluso la formación de pequeñas islas en el cauce, todo esto atribuido a una inadecuada limpieza del río. En declaraciones a la prensa, Alguacil enfatizó la urgencia de emprender esta limpieza, para así prevenir futuros problemas durante las grandes crecidas que puedan ocurrir.

Las acciones programadas para este tramo del río Henares incluyen un desbroce selectivo en los márgenes, la eliminación de madera muerta presente tanto en el cauce como en las orillas, el aclareo de rebrotes de especies exóticas infiltradas, así como la recolección de residuos sólidos urbanos que afectan la calidad del agua y el paisaje.

El concejal Alguacil ha compartido la "gran preocupación" existente entre los residentes de estos barrios sobre el estado del río, así como los olores desagradables que a veces emana. Este problema se agrava por la improperia de arrojar toallitas al inodoro, que terminan en el cauce, debido a la falta de separación entre aguas fluviales y fecales en el Alamín. Con el fin de mitigar esta problemática, Alguacil adelantó que se implementará, en 2025, una nueva medida que consistirá en la colocación de peines y mallas en el colector del barrio del Alamín.

Además de la limpieza del río, el objetivo del gobierno municipal es también "acercar el río" a la ciudad. Después de haber llevado a cabo gestiones iniciales hace algunos años, se desea seguir con esta limpieza, expandiendo las intervenciones a otros tramos del río, aunque por el momento no se han divulgado detalles sobre esos planes futuros.

"Queremos que los vecinos que pasean por las cercanías del río puedan disfrutar de su vista", recalcó Alguacil, añadiendo que la aspiración es realizar estas labores de forma anual y no esperar cinco años para llevarlas a cabo de nuevo.

Por otro lado, para abordar las recurrentes inundaciones que afectan a garajes en áreas como Manantiales, particularmente en La Isabela y La Chopera, cuando el río se desborda tras fuertes lluvias, Alguacil reconoció que, aunque no es competencia directa de su Concejalía, han comenzado estudios por parte del departamento encargado del ciclo integral del agua. El objetivo es mejorar las canalizaciones y establecer puntos de drenaje especiales que busquen resolver este problema de forma eficaz.