En un hito notable para el sector del transporte, Castilla-La Mancha ha logrado ejecutar el cien por cien de las ayudas destinadas a la transformación de vehículos de mercancías pesadas, una noticia que resalta el compromiso de la región con la modernización y sostenibilidad del transporte. Este avance se produce en un contexto donde la industria enfrenta desafíos significativos, y confirma la eficiencia en la gestión de los fondos 'Next Generation'.
El pasado 3 de diciembre, se celebró la Asamblea de la Federación de Empresas de Transporte de Castilla-La Mancha (Fetcam), donde Carlos Marín fue reelegido como presidente. Durante su discurso, Marín no ocultó su preocupación por los "momentos difíciles" que atraviesa el sector, mencionando los importantes obstáculos que tienen que afrontar, desde la escasez de viajeros hasta el aumento de los costos operacionales.
Marín expresó su gratitud hacia las federaciones provinciales y subrayó la creciente presión que sienten los transportistas debido a las políticas del gobierno, en especial aludiendo a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y su propuesta de reducción de la jornada laboral. "Esta situación nos genera un serio problema”, declaró, dejando claro que la asociación está dispuesta a defender los intereses de sus miembros ante cualquier amenaza a su actividad.
El líder de Fetcam también señaló que, aunque el enfoque gubernamental a la descarbonización es bienvenido, es crucial que se entienda correctamente que este proceso no se limita solo a la electrificación de los vehículos. "Lo que hemos conseguido en Castilla-La Mancha con el achatarramiento ha sido histórico. Con fondos obtenidos tanto a nivel regional como nacional, se ha logrado un avance significativo”, afirmó con optimismo.
Marín hizo hincapié en que la sostenibilidad debe abarcar también dimensiones económicas y sociales, además de la medioambiental. Con un 86 por ciento de las empresas en el sector clasificadas como pequeñas y microempresas, la salud económica del sector es de vital importancia. "En Castilla-La Mancha se ha entendido esta necesidad", aseveró, enfatizando que su región es un nodo logístico fundamental en el corazón de España.
Por su parte, Rubén Sobrino, director general de Transportes y Movilidad, confirmó que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha logrado llegar al 100 por cien en la ejecución de las ayudas para la transformación de vehículos de mercancías pesadas. Esto implica la asignación de 30,26 millones de euros que beneficiarán a las empresas de transporte, permitiendo así renovar sus flotas hacia opciones menos contaminantes, incluyendo vehículos híbridos.
Sobrino también mencionó que se están gestionando ayudas adicionales para la modernización de flotas mediante tacógrafos inteligentes de segunda generación, asegurando que se atenderán todas las solicitudes elegibles. Su mensaje fue uno de reconocimiento hacia la labor de Fetcam, destacando que esta buena relación se basa en un trabajo constante y eficaz en defensa de los derechos de los transportistas.
En conclusión, el logro de Castilla-La Mancha en la implementación de ayudas para la transformación del transporte representa un paso firme hacia la modernización del sector. Con una fuerte colaboración entre la administración y los empresarios, se espera que estos avances no solo beneficien a la economía regional, sino que también contribuyan a un futuro más sostenible para el transporte en la comunidad.
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