El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha presentado un ambicioso plan estratégico para impulsar el turismo con miras al año 2030. Según García-Page, el sector turístico experimentará un crecimiento continuo en los próximos años, especialmente en el ámbito cultural y patrimonial, donde la región destaca con creces.

García-Page ha destacado la importancia económica del turismo en la Comunidad Autónoma, subrayando que se trata de una industria crucial que contribuirá significativamente a la generación de riqueza en un futuro cercano. Además, ha resaltado que el turismo no solo enriquece el territorio, sino que también fomenta la convivencia.

El presidente ha elogiado a su consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, por su papel clave en la implementación de esta nueva estrategia turística y por su capacidad para hacer posible lo que parecía difícil.

Según García-Page, el turismo es esencial para alimentar la mente y fomentar la cultura. Recomienda leer y viajar como las mejores formas de enriquecimiento personal.

Este plan estratégico, basado en ofrecer cultura, patrimonio, gastronomía y sociabilidad, aspira a promover una sociedad más enriquecedora y conectada.

La consejera Patricia Franco ha recordado el éxito de estrategias turísticas anteriores que han llevado a la región a destacar en el turismo rural a nivel nacional, generando empleo y contribuyendo a la economía local.

Más de 600 personas vinculadas al turismo han colaborado en el desarrollo de este plan, que cuenta con nueve líneas de acción y 59 iniciativas concretas para potenciar el turismo en la región.

En la actualidad, Castilla-La Mancha cuenta con más de 5.000 establecimientos hoteleros y más de 83.000 plazas, reflejando un notable crecimiento en alojamientos en la región. Además, se están desarrollando 27 planes de sostenibilidad turística en toda la región.

El acto ha tenido lugar en Belmonte, donde la alcaldesa Cristina Delgado ha destacado el papel clave del pueblo en el turismo regional. Con 400 plazas hoteleras y dos monumentos de interés cultural, Belmonte se consolida como un destino turístico atractivo.

Los empresarios del sector han aplaudido las estrategias implementadas, enfatizando la importancia de la colaboración entre hostelería y turismo para el éxito de la región. A pesar de los avances logrados, reconocen que aún queda mucho por hacer para consolidar a Castilla-La Mancha como uno de los principales destinos de turismo interior.