Crónica Castilla-La Mancha.

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Cierra el año de la DANA: lluvias intensas y temperaturas récord.

Cierra el año de la DANA: lluvias intensas y temperaturas récord.

Este año 2024 se destaca como el segundo con menos incendios en la última década, una noticia que puede ofrecer un alivio en medio de un contexto climático volátil.

MADRID/TOLEDO, 30 de diciembre.

El panorama climatológico en España ha estado marcado por la DANA, un fenómeno que impactó de manera severa en Valencia, donde se registraron más de 200 víctimas mortales. Los eventos de lluvias torrenciales que han caído en lapsos cortos y en áreas específicas han sido la norma este año, rompiendo varios récords de altas temperaturas en el territorio español.

Las lluvias del 29 de octubre de 2024 fueron extraordinarias, abarcando desde fuertes hasta torrenciales y con una duración notable, de acuerdo a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En un periodo de apenas doce horas, algunas estaciones en Málaga, Granada, Murcia, Albacete, Cuenca y Valencia reportaron acumulados que superaron los 100 litros por metro cuadrado. En Turís (Valencia), las precipitaciones alcanzaron los 720 l/m² en ese mismo lapso y se elevaron hasta 772 l/m² en el transcurso de 24 horas.

El impacto de la DANA se sintió en un total de 78 municipios, siendo Valencia la provincia más afectada con 75 de ellos. Castilla-La Mancha y Andalucía también tuvieron representación en este fenómeno, aunque a menor escala, contabilizando siete y una víctima mortal, respectivamente. Valencia, lamentablemente, sumó 223 de las víctimas registradas.

A pesar de los estragos causados por la DANA, el otoño no se consagra como una estación de récord; fue el vigésimo otoño más húmedo desde que se tienen registros en 1961 y el séptimo del siglo XXI. Tras un septiembre anómalo en lluvias y un octubre sin precedentes, noviembre presentó cifras que lo posicionaron como el segundo noviembre más seco en lo que va del siglo XXI, solo detrás de 2004.

En términos de distribución, el año 2024 se ha caracterizado por una variabilidad notable en las precipitaciones, tanto en el tiempo como en la geografía. Así, el otoño vio un octubre excesivamente húmedo, mientras que la primavera estuvo marcada por un marzo que se convirtió en uno de los más lluviosos del siglo XXI, debido a la borrasca 'Nelson' que inundó varias regiones durante Semana Santa.

Concretamente, marzo se destacó como el cuarto marzo más lluvioso del siglo, registrando el doble de lluvias de lo habitual, mientras que abril se comportó como el cuarto más seco, acumulando precipitaciones que apenas alcanzaron el 50% de lo esperado. Mayo mantuvo la tendencia de sequedad, con lluvias que solo llegaron a cubrir dos tercios de la media en gran parte del país. En general, la primavera fue normal en términos de lluvias.

Las condiciones variaron significativamente a nivel regional, siendo particularmente húmeda en Galicia, Girona, y gran parte de Andalucía, mientras que la Comunidad Valenciana, por el contrario, experimentó sequía, alcanzando niveles extremadamente secos en Alicante y otras áreas. También se registraron niveles de sequedad en Murcia y Almería, con las regiones insulares disfrutando de condiciones climáticas más normales.

El verano también estuvo marcado por estas desigualdades meteorológicas. Según Aemet, junio mostró precipitaciones muy por encima de la media; julio fue extremadamente seco; mientras que agosto presentó un retorno a las lluvias. Resaltan eventos como el de Palma, donde en un solo día cayeron 80 l/m², la cifra más alta en 24 horas en la serie del verano, o la DANA de agosto que inundó Menorca con más de 200 l/m². De esta manera, mientras el centro de la Península experimentó lluvias abundantes, Galicia, Andalucía y Canarias enfrentaron una notable sequía.

Respecto a los incendios forestales, hasta finales de noviembre, se habían quemado un total de 47.319 hectáreas, lo que representa una disminución del 45,5% en comparación con 2023, cuando ardieron 86.689 hectáreas, y un 52,5% por debajo de la media de la última década, que se sitúa en 99.473 hectáreas. Esta estadística posiciona a 2024 como el segundo año con menos hectáreas afectadas por incendios en la última década, superado únicamente por 2014.

De los 5.953 incendios que se declararon, 1.702 fueron conatos, afectando a menos de una hectárea. Sin embargo, 17 de esos incendios se convirtieron en grandes incendios forestales (GEI), siendo el más notable el ocurrido en La Estrella (Toledo) en agosto, que consumió más de 2.500 hectáreas y requirió la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea, ha emitido alertas durante todo el año indicando que 2024 será el año más cálido desde que existen registros, marcando un hito al superar el incremento de 1,5ºC en el calentamiento global.

En territorio español, Aemet ha confirmado que todas las estaciones han vivido temperaturas superiores a lo habitual. La primavera, en particular, se destacó con una media de 13,1ºC, es decir, 0,7ºC más que el promedio del periodo 1991-2020, convirtiéndose en la octava más cálida del siglo y la décima desde que se registran datos en 1961. Es alarmante que ocho de las diez primaveras más cálidas han ocurrido desde 2006.

El verano no se quedó atrás, presentando un promedio térmico de 23,1°C en la península, un grado por encima de la media histórica. Aemet lo clasifica como el sexto verano más cálido desde 1961 y del siglo XXI. También de manera preocupante, nueve de los diez veranos más cálidos han sucedido en este siglo.

Finalmente, el otoño se mostró igualmente cálido, presentando una media de 15,5°C, superando en 1,1°C los promedios de referencia. Así, fue el séptimo otoño más cálido desde el comienzo de la serie en 1961 y el sexto del siglo XXI.

Sumado a estos fenómenos climáticos, el inicio del año estuvo plagado de controversias ambientales, destacando el vertido de pélets, que tuvo lugar en diciembre de 2023, aunque los esfuerzos de limpieza se extendieron durante varias semanas.

A principios de marzo, la vicepresidenta segunda de la Xunta y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, anunció que el Gobierno gallego recurriría a los tribunales, buscando que el Ejecutivo central reclamara a la armadora del carguero Toconao los 2,3 millones de euros que costó la limpieza de los pélets en Galicia.

En conclusión, tras más de dos meses manejando esta crisis, Vázquez informó que los equipos de la Xunta actuaron en 633 playas, logrando recoger 3.650 kilos de pélets, además de los 1.384 kilos que se recuperaron por acciones de los municipios y voluntarios. En total, se colectaron más de cinco toneladas de este material, encontrándose lejos de las más de 26 toneladas vertidas al mar por el Toconao.