TOLEDO 28 Oct.

Un grupo de conductores de autobuses urbanos, interurbanos y de grúas se ha concentrado en las capitales de provincia de Castilla-La Mancha para exigir una jubilación anticipada a los 60 años en aras de mejorar la seguridad vial.

Estos trabajadores han iniciado un día de paro, pero han anunciado más para noviembre y diciembre, con la amenaza de una huelga indefinida a partir del 23 de diciembre si no hay un acuerdo con la patronal.

El secretario de Organización de UGT en Castilla-La Mancha, Pedro Barriga, ha afirmado que los conductores no son profesionales de segunda categoría y merecen ser tratados con respeto. Han pedido que se les concedan coeficientes reductores para la jubilación anticipada.

Barriga ha hecho hincapié en la importancia de que los conductores estén en buen estado físico y mental, especialmente aquellos encargados del transporte de niños. Ha criticado la actitud del consejero de Fomento, Nacho Hernando, por establecer servicios mínimos del 100% en el transporte escolar durante la protesta en Toledo.

Otro representante sindical, Enrique Clavero de CCOO, ha recordado que se lleva reclamando la aplicación de coeficientes reductores desde 2004 y ha denunciado la falta de acción por parte de la patronal. Ha advertido que la fatiga puede tener consecuencias mortales en profesiones como la de conductor de autobús.

Los sindicatos han revelado que hay una alta tasa de accidentes laborales mortales en este sector, lo que subraya la urgencia de tomar medidas para proteger a los trabajadores y a la ciudadanía en general.

Alfredo Ávila de FeSMC-UGT en Castilla-La Mancha ha enfatizado la importancia de mejorar la seguridad vial sacando de las carreteras a conductores de edad avanzada que puedan representar un riesgo para la circulación.

En resumen, los trabajadores del transporte de viajeros por carretera han alzado su voz para exigir condiciones laborales dignas y garantías de seguridad para todos los usuarios de este servicio esencial en la región.