GUADALAJARA, 20 Oct. - El juicio por el crimen cometido en mayo de 2021 en Alovera, en el que un hombre mató a su mujer con diez puñaladas, ha llegado a su fase final en la Audiencia Provincial de Guadalajara. El asesino confeso, A.M.C., ha tenido la última palabra y ha pedido perdón "de corazón" a la familia, asegurando que estará arrepentido de por vida. A.M.C. ha declarado que su mayor condena no es la cárcel, sino lo que llevará por dentro.
El juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Guadalajara ha llegado a su último día antes de pasar al Tribunal de Jurado para que dictamine si los hechos constituyen un delito de asesinato, como sostienen el Ministerio Fiscal y la acusación particular, o si se trata de un homicidio, según la defensa.
La Fiscalía inicialmente pedía 24 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía, pero tras las declaraciones de los testigos y los informes forenses, ha introducido el agravante de violencia de género. El asesino confeso ha negado haber humillado y controlado a su esposa durante años, como alega la Fiscalía.
El acusado ha declarado que no era controlador y que su esposa tenía libertad para hacer lo que quisiera. Ha insistido en pedir perdón públicamente a la familia por los hechos que cometió, pero ha negado los que le acusan.
La Fiscalía ha desmentido las declaraciones del acusado y algunos familiares al presentar los testimonios de los agentes de la Guardia Civil, que afirman que la víctima no presentaba heridas defensivas y que no había posibilidad de escape en el pasillo de la vivienda donde ocurrió el crimen.
Según los forenses, cinco de las puñaladas, especialmente la del cuello, demuestran que científicamente fue imposible que se produjeran en un forcejeo, lo que indica alevosía y un delito de asesinato.
La Fiscalía ha argumentado que el acusado era celoso, es consciente de sus actos y se aprovechó de que su esposa no podía escapar. Además, afirma que él no trabajaba y dependía económicamente de ella.
La acusación particular ha respaldado la versión de la Fiscalía y ha añadido que el ataque fue sorpresivo y que ella estaba indefensa y no podía repeler la agresión. Solicita los agravantes de parentesco y género.
La defensa ha negado el agravante de violencia de género, pero ha aceptado el de parentesco. Alega que no todos los hombres que hacen algo a sus esposas son violentos y que el acusado actuó en un momento de arrebato.
La jueza entregará el objeto del veredicto al jurado el próximo lunes, y ellos deberán responder las preguntas formuladas sobre los hechos.
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