Damasquinadores de Toledo ilusionados ante camino para ser Patrimonio Cultural y resurgir sector "enfermo".
El gremio de damasquinadores de Toledo está entusiasmado con la posibilidad de que su arte sea declarado Bien de Interés Cultural. Consideran que esto podría ser el impulso que necesitan para revertir la situación precaria en la que se encuentra el sector y abrir un camino de esperanza para las generaciones futuras.
El presidente de la Fundación de Damasquinado de Toledo, Mariano San Félix Martín, ha expresado su satisfacción con el trabajo del Gobierno regional en el proceso de documentación para lograr este reconocimiento. Sin embargo, también señala que el damasquinado está "enfermo" debido a la falta de importancia que se le da y a la escasez de recursos. A pesar de las dificultades, San Félix destaca el apoyo de los medios y de las personas que valoran esta forma de arte.
Hace décadas, Toledo dependía de tres importantes sectores: La Fábrica de Armas, la Academia de Infantería y el Damasquinado de Toledo. Con el paso del tiempo, el damasquinado ha perdido relevancia en la ciudad debido a la disminución de la demanda de productos tradicionales. Sin embargo, San Félix cree que el damasquinado tiene un gran potencial económico y artístico para Toledo y pide a todos trabajar juntos para mantener viva esta tradición.
El relevo generacional es crucial para el futuro del sector. Según San Félix, la administración no tiene estadísticas sobre los damasquinadores y él solo tiene media docena de discípulos. Él mismo es un ejemplo de la trayectoria de un damasquinador, habiendo comenzado su carrera en 1951 y pasando por diferentes talleres y maestros antes de establecerse por su cuenta.
A pesar de los desafíos que ha enfrentado durante su vida laboral, San Félix sigue trabajando con entusiasmo y dedicación a los 85 años de edad. Agradece el apoyo de la Fundación y espera que esta tradición perdure por muchos años más.