TOLEDO, 12 Sep. - Asaja Toledo solicitará la declaración de zona catastrófica para que se contemplen los daños sufridos en producciones agrícolas en los municipios de Toledo afectados por la DANA de los días 2 y 3 de septiembre.
Una semana después de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales, la organización agraria comienza a cuantificar los daños sufridos por los agricultores toledanos. Asaja Toledo espera que tanto la Administración central como la regional proporcionen las ayudas necesarias para paliar los efectos de esta catástrofe natural y recuerda que las indemnizaciones previstas en los seguros agrarios no serán suficientes para cubrir todas las pérdidas.
La huerta ha sido la más afectada, registrando "importantes daños" en los municipios de Magán, Mocejón, Recas, La Puebla de Montalbán, Villaluenga de la Sagra y Chozas de Canales. Además, también se han cuantificado pérdidas en maíz, viñedo y olivar.
Según la estimación realizada por los servicios técnicos de Asaja Toledo, los daños en los cultivos de tomate y cebolla ascienden a más de 5 millones de euros solo por la pérdida de cosecha. A esto se suman los costes de producción, que pueden alcanzar entre 6.000 y 10.000 euros por hectárea, dependiendo del cultivo. Se estima que hay alrededor de 130 hectáreas de cebolla sin recoger en la zona afectada, mientras que la recolección del tomate se encontraba al 50% en el momento de la DANA. Además, buena parte de la cosecha de pimiento ha sido arruinada.
Otras hortalizas como zanahoria, repollo y lombarda también han sufrido daños, especialmente en Recas, donde un 25% de la superficie de huerta ha quedado arrasada.
Asaja Toledo destaca las limitaciones del seguro agrario, como la franquicia del 20% que no se indemniza y el hecho de que se pague menos por kilo que el precio del mercado. Por ejemplo, el seguro de tomate para conserva abona 12 céntimos por kilo, mientras que los agricultores están vendiendo a 17 céntimos. Además, el precio de las pólizas y las indemnizaciones "por debajo de los daños reales" hacen que no todos los agricultores aseguren sus cosechas.
En cuanto a otros cultivos, alrededor de 100 hectáreas de maíz han sido afectadas en Mocejón, con una posible pérdida de unos 900.000 kilogramos de maíz en seco. En el viñedo, las plantaciones nuevas o en restructuración han quedado arrasadas en municipios del norte de Toledo como Méntrida, Camarena, Casarrubios del Monte, Valmojado y Chozas de Canales, así como en la Mancha toledana. Además de la pérdida de la planta, también se han dañado elementos de la plantación como postes y alambres.
Los daños en infraestructuras de riego, como pozos, motores y canalizaciones, también deben tenerse en cuenta.
Asaja Toledo espera que se implementen las medidas y ayudas previstas en caso de declaración de zona catastrófica, como ayudas directas a los agricultores afectados y líneas de crédito del ICO. También se enfatiza la necesidad de adaptar el seguro agrario a la nueva realidad climática, con más episodios extremos, para garantizar el futuro y la sostenibilidad de las explotaciones agrarias.
Finalmente, se hace hincapié en la responsabilidad de las confederaciones hidrográficas y del Ministerio de Transición Ecológica en los efectos de las riadas e inundaciones, al no cumplir con sus obligaciones de mantener los cauces en condiciones adecuadas.