CIUDAD REAL, 10 de enero.
En una reciente declaración, el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, ha dejado claro que la responsabilidad de los elevados costos de limpieza derivados de la "macrofiesta ilegal" recaen sobre los organizadores de la rave, quienes son responsables por las cerca de 50 toneladas de basura dejadas en los alrededores del aeropuerto tras el evento que tuvo lugar del 1 al 6 de enero. Según el alcalde, toda esta cantidad de desechos ha quedado "amontonada" en las cercanías de la infraestructura aeroportuaria.
El comentario de Cañizares surge en respuesta a la petición realizada por CRIA, la empresa a cargo de la gestión del aeropuerto, quien solicitó que el Ayuntamiento o alguna otra administración asumiera el costo de la limpieza. Esta rave, que atrajo a alrededor de 5,000 personas, ha planteado serias preocupaciones sobre la gestión de residuos y la responsabilidad de las acciones de los organizadores.
El alcalde enfatizó que ni el Ayuntamiento ni los vecinos de Ciudad Real pueden ser considerados responsables por la realización de un evento que se extendió durante más de seis días, resaltando la importancia de que los generadores de tales residuos, en este caso los organizadores de la fiesta, asuman las consecuencias económicas de su actividad.
A pesar de su postura firme, Cañizares ha manifestado la disposición del Ayuntamiento para colaborar en lo que se pueda, aunque dejó claro que la gestión de residuos no es un servicio que ofrezca directamente el Consistorio, sino que está externalizado a la empresa RSU Ciudad Real.
Además, el alcalde informó que el "asunto se encuentra judicializado" debido a la denuncia interpuesta por CRIA, y confía en que esto obligue a los organizadores del evento a hacerse cargo de todos los costos relacionados con la limpieza y los daños ocasionados.
El alcalde también advirtió que, aunque en un principio el evento pudiera haber parecido atractivo, ha traído consigo una serie de problemas significativos, argumentando que "algo tan bonito al final genera muchos costos y muchos daños, por lo que alguien tiene que ser el responsable y asumir las consecuencias".
Por otro lado, CRIA ha cuantificado en 50 toneladas la basura acumulada en una extensión que abarca más de 65 hectáreas y un perímetro de cinco kilómetros. La empresa ha solicitado a las autoridades pertinentes que aclaren quién debe encargarse de la retirada de estos desechos, dado que, por su volumen y posible impacto ambiental, cualquier acción requerirá la debida autorización o licencia administrativa.
Asimismo, CRIA ha indicado que ha presentado varias denuncias ante el juzgado y la Policía Nacional tanto por la ocupación ilegal del área como por los daños causados durante la fiesta. La empresa ha manifestado que tomará las medidas necesarias una vez que reciba respuestas de las autoridades judiciales pertinentes.
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