CUENCA, 25 Dic.
Albert Recasens, estudioso de la Universidad de Navarra y directivo de La Grande Chapelle, animó a oír y "dejarse llevar" por la música del conquense Carlos Patiño (1600-1675), profesor de capilla de Felipe IV a lo largo de 30 años y, a juicio del musicólogo, el músico "más esencial" del siglo XVII en España.
Tras enseñar la restauración musicológica de canciones profanas y villancicos sagrados del músico preferido de Felipe IV, Albert Recasens ha atendido a Europa Press para reforzar un tanto mucho más en la música de Carlos Patiño, natural de Santa María del Campo Rus.
El álbum editado en 2022 sigue el trabajo de restauración de la obra de Patiño iniciada con el CD 'Música sagrada para la corte' (Lauda, 2021), que incluía creaciones religiosas solemnes para las considerables liturgias de la corte.
La restauración ha corrido al cargo de Albert Recasens, que ha investigado las proyectos en el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra y las ha grabado adelante de su grupo La Grande Chapelle.
"Patiño fue un enorme genio de la música, que controlaba todas y cada una de las disciplinas", afirma este estudioso de la Universidad de Navarra, quien ten en cuenta que el músico conquense "fue muy apreciado por el Rey y por toda la Corte pues era un músico que tocaba todos y cada uno de los palos".
Según asegura, "era con la capacidad de crear una misa redactada a 4 coros a fin de que todos y cada uno de los embajadores de Europa quedaran obnubilados y al tiempo redactar piezas repletas de salero y de felicidad".
Su música, muy pegada a las tendencias actualmente, asimismo tiene influencias del folclore castellano-manchego, su niñez en Santa María del Campo Rus o el Tajo, "el río en el que refleja las penas", a quien dedicó múltiples de sus proyectos, según apunta Recasens.
Patiño, como compositor, usaba una manera que es el tono humano y unos contenidos escritos que son pastoriles y bucólicos, donde hay mucha predominación de lo habitual, y según Recasens, "su niñez debió ser vital". Por ejemplo, emplea un género de ritmo que lleva por nombre hemiolia, que está muy que se encuentra en el folclore de Castilla-La Mácula.
"Entendemos que él en el momento en que se encontraba en la Corte compone música religiosa encargada de la Virgen. También ahí hay una vinculación con esa devoción mariana que hay en toda la región y, particularmente, en Santa María del Campo Rus. Creo que los vínculos, a lo largo de toda su historia, él los tiene muy presentes", resalta el directivo de La Grande Chapelle.
Hay perseverancia de que los Patiño --muy vinculados a altos cargos en palacio-- prosiguieron visitando y acudiendo a Santa María del Campo Rus. Incluso hay documentación que señala que entre los crucifijos que están hoy en día preservados en la ermita de esta ciudad conquense proceden de la familia Patiño, cuenta el estudioso.
Albert Recasens ha amado dejar en claro que Carlos Patiño es el músico "más esencial" del siglo XVII en España. "Es el profesor de capilla de la real capilla de Felipe IV, o sea, la Corte, donde trabajan Diego Velázquez o Calderón de la Barca".
Todos copiaban la música del profesor de Felipe IV, un cargo que Patiño exhibe a lo largo de mucho más de 30 años. "Fue prácticamente un monopolio", bromea este estudioso. "No podías estar en España y no saber a Patiño", un músico que le tocó vivir parte del reinado de las "mucho más refulgentes" en toda la crónica de Europa.
Estaba cubierto de enormes figuras de la civilización de españa y de un rey como Felipe IV, que "tenía mucho interés" en que la imagen que él iba a dejar a la posteridad fuera "una imagen grande, muy vigilada y muy refulgente".
Para este estudioso de la Universidad de Navarra, es "fundamental" que la persona que tiene amor por la lectura y va al museo, asimismo integre en ese paseo cultural a la música. Por eso solicita no dejar la música "para los que la comprenden".
Insiste en que para gozar de la música no debes comprender de música, "sencillamente hay que cerrar los ojos o leer los contenidos escritos y dejarse llevar", y, según mantiene, "una música como la de Patiño es fría y está realmente bien redactada". "Oyendo la música de Patiño tenemos la posibilidad de comprender de qué forma pensaban y de qué forma vivían aquellas personas, de las que entonces hemos leído todos: Tirso de Molina o Calderón de la Barca".
Para la tarea de restauración, Recasens ha inspeccionado el inventario de la obra de Patiño, en tanto que no hay un catálogo sistemático anunciado, y para esto ha debido seguir ficheros y bibliotecas donde se preservan proyectos en lengua romance de este profesor barroco. La mayoría de proyectos profanas proceden de la Biblioteca Nacional de España, la Biblioteca de Catalunya y The Hispanic Society of America.
También ha consultado copias que se guardan desde el siglo XVII en el monasterio de El Escorial y en las catedrales de Segovia, Salamanca, Burgos, Valladolid, Zaragoza, Canet de Mar y Jaca, por ejemplo, según informó la Universidad de Navarra en publicación oficial.
El CD 'Carlos Patiño: Música vocal en español (Lauda)' pertenece a la compilación discográfica del CSIC Música Poética. Se ha editado con el patrocinio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid. El disco se grabó en el Monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo, del 29 de septiembre al 1 de octubre de 2021.