Las guionistas de Castilla-La Mancha, reconocidas recientemente con el prestigioso premio Alice Guy, ven en este galardón una herramienta poderosa que les permitirá impulsar sus carreras hacia nuevos horizontes de éxito. Este premio, que enaltece el talento femenino en el mundo del cine, se erige como un símbolo de esperanza y motivación para aquellas que buscan abrirse paso en una industria que, históricamente, ha estado dominada por hombres.

En un evento de gran relevancia, el director del Festival del Cine y la Palabra, Cibra, Gabriel Castaño, no escatimó en elogios sobre la importancia de estos premios, que provienen de una iniciativa del Gobierno regional. Castaño destacó que el Alice Guy marca el comienzo de unas jornadas dedicadas a la industria del cine y a la promoción de la mujer en este ámbito, proyectándose como una serie de eventos programados para los próximos años.

El director, acompañado por la consejera de Igualdad, Sara Simón, y las galardonadas Estefanía de la Chica y Raquel Gómez Troyano, se mostró entusiasta ante la entrega de estos premios. De hecho, Castaño subrayó que aunque el apoyo económico de 17.000 euros pueda parecer insuficiente en comparación con los desafíos que enfrentan los guionistas, se trata de una suma significativa al inicio de un nuevo proyecto. Para un guionista, contar con este respaldo financiero a la hora de pulir un guion y buscar oportunidades de coproducción es invaluable.

Uno de los aspectos más destacados de estos galardones es que priorizan los trabajos realizados en Castilla-La Mancha y, sobre todo, el talento femenino. Esta clara dirección hacia la promoción de las mujeres en el sector resuena profundamente con las expectativas de una nueva generación de cineastas comprometidas con sus historias y su legado cultural.

Estefanía de la Chica, que se mueve entre Jaén y Los Ángeles, ve este premio como un trampolín para su carrera. Su guion, centrado en una cantante de jazz que regresa a su pueblo tras la muerte de su abuela, aborda la complejidad de las relaciones familiares entre tres generaciones de mujeres. A través de su narrativa, De la Chica no solo explora los conflictos intergeneracionales, sino que también pone de relieve el trasfondo cultural de los pueblos entre Jaén y Albacete.

La guionista subrayó la relevancia del reconocimiento que brinda el premio, destacando que aunque el apoyo económico es útil, lo que realmente potencia su trabajo es el prestigio que obtienen al ser seleccionadas para otros festivales en países como México y Uruguay. Esta realidad pone de manifiesto lo difícil y solitaria que puede ser la labor de un guionista, un proceso que a menudo se extiende a lo largo de varios años, lleno de incertidumbres.

Raquel Gómez Troyano, en su primera incursión como guionista, también expresó su entusiasmo por recibir el premio. Después de haber presentado su obra, ‘El pescador del Tajo’, en destacados festivales como San Sebastián y Málaga, ha logrado asegurarse financiación y el apoyo de varias productoras, gracias también al impulso que le ha dado el premio Alice Guy. Para Troyano, este galardón representa un paso crucial hacia la realización de su visión cinematográfica.

La película que ha creado habla de la rica historia del río Tajo, de las tradiciones de sus abuelos y de la cultura que nunca debemos olvidar, enfatizando la conexión emocional y cultural que sostiene a las comunidades locales.

La consejera de Igualdad, Sara Simón, aprovechó la opportunidad para resaltar la importancia de estos premios en la promoción del talento femenino en Castilla-La Mancha. Simón consideró que estos galardones son fundamentales para dar visibilidad a los proyectos liderados por mujeres en una industria cinematográfica que sigue siendo predominantemente masculina. Al poner en valor estas historias, no solo se homenajea a las tradiciones de la tierra, sino que también se fomenta un compromiso con la sensibilidad y la creatividad que caracteriza a estas narrativas.

Simón concluyó su intervención resaltando las estadísticas ofrecidas por la Asociación de Mujeres Cineastas, las cuales indican que solo tres de cada diez directores de cine son mujeres. Por ello, considera que premios como el Alice Guy son un aliciente necesario para alentar a más mujeres a emprender y destacarse en un ámbito que aún enfrenta importantes retos de igualdad y reconocimiento, brindando una plataforma para que sus obras puedan ser apreciadas a la par que las de sus homólogos masculinos.