ALBACETE, 14 Oct.
Este viernes tuvo sitio en la Audiencia Provincial de Albacete la segunda sesión del juicio contra A.M.G. y G.R.T., el matrimonio acusado de un doble parricidio que ha proclamado su inocencia: "Jamás hemos golpeado a nuestros hijos", ha defendido esta pareja que podría confrontar a prisión persistente revisable.
Durante la visión, el jurado habitual pudo oír las afirmaciones de los 2 procesados, tal como de la abuela paterna, M.G.T.S., asimismo acusada en esta causa por no llevar a los menores al médico ni denunciar los hechos.
Igualmente, se han reproducido diálogos y audios, logrados a causa de la investigación iniciada tras la desaparición del primer bebé, Omar. Fue ahí en el momento en que, sin comunicar a los progenitores para eludir la perturbación de las pruebas, se pincharon sus teléfonos con la intención de saber las causas del fallecimiento del menor, gracias a las múltiples lesiones encontradas a lo largo de la autopsia, donde los forenses lograron revisar que el bebé tenía la clavícula izquierda, la cadera y el fémur derecho fracturados.
En las diálogos se puede oír a la madre, A.M.G., mencionarle al padre, G.R.T., que, si le pregunta la Guardia Civil, le explique que fue la enfermera la que zarandeó al bebé a lo largo de la revisión.
No obstante, a lo largo del interrogatorio de la fiscal, el acusado ha asegurado confiar en las enfermeras. "Tengo claro que las enfermeras no fueron, son expertos y a ellas no se les caerá".
En este punto, se le ha preguntado sobre quién había golpeado al bebé, información que dijo ignora, insistiendo en proteger su inocencia y la de su pareja.
"Quisiese comprender qué pasó y que se lleve a cabo justicia", ha solicitado el progenitor, que ha reiterado su buen trato hacia los dos menores.
"Yo jamás les he hecho fracturas, jamás he tratado mal a mis hijos, he estado siempre y en todo momento pendiente de ellos", ha señalado, enseñando que, en ocasiones, él mismo le quitaba el bebé a su mujer pues se ponía inquieta.
"No me agradaba dejar a Aroa sola con el niño, en algún momento se lo he quitado en el momento en que se encontraba dándole el biberón".
Testimonio que ha corroborado su madre, M.G.T.S., que explicó que, más allá de que en ocasiones A.M.G. se alteraba, "jamás golpeó a ninguno de los bebés".
De ahí que los tres imputados hayan señalado que los rasguños y moratones que presentaban los dos menores se los provocaban ellos mismos, los propios bebés, en el momento en que jugaban o se golpeaban con las manos.
"No hemos lanzado a nuestros hijos ni los hemos golpeado contra nada".
Respecto a la acusación de omisión de socorro que se elabora contra la abuela paterna, ha señalado que "siempre y en todo momento estuvo pendiente de los bebés" y que, de haber tenido alguna sospecha de castigo, ella "habría sido la primera en asistir al médico, denunciar y quedarse con la custodia".
Sobre los ritos y la curandería, M.G.T.S. explicó que lo hacía en el momento en que la llamaban por el hecho de que Dilan, el segundo bebé, no paraba de plañir o devolver. "Yo creía que podría tener un mal de ojo, conque lo medía y rezaba, y si a los 15 minutos paraba, como hacía siempre y en todo momento, lo devolvía con sus progenitores pues eso quería decir que se lo había quitado".
El Ministerio Fiscal pide la pena de prisión persistente revisable para los progenitores y 4 años y medio de prisión para la abuela, una lástima que la defensa desea achicar, recurriendo a la discapacidad intelectual de los progenitores de los menores, los dos con sabiduría limitada.
Este juicio con jurado habitual seguirá el lunes próximo, 17 de octubre, desde las diez.00 horas.