GUADALAJARA, 8 Oct.
El nudo en acompañamiento a la pelea contra el cáncer de mama en la cima de las Tetas de Viana, 2 montañas gemelas ubicadas en la Alcarria de Guadalajara, se ha alzado con el Récord Guinness con sus 5.720 m2 de lona en defensa de la vida y en acompañamiento de la pelea contra el cáncer de mama.
Este fué el veredicto de la jueza acreditadora de Guinness, llegada desde Londres, que subió hasta las Tetas de Viana para dictaminar su resolución, que se ha popular al mediodía de este sábado. Tras conocerse, se han escuchado chillidos de 'ole', mezclados con un sentimiento de ilusión y de que este logro es compartido.
Una resolución que se hizo aguardar y que concluye con la opinión de este enorme nudo como el nudo de conciencia mucho más grande de todo el mundo.
Para lograr este récord, la jueza acreditada ha obligado a la organización a tener un técnico y 2 presentes independientes de la conocida identidad, que han acreditado lo que ella les ha preguntado. Estos fueron la directiva de la UNED de Guadalajara, Lorena Jiménez, y el directivo de Proyecto Hombre, Modesto Salgado.
Se han vivido incontables instantes de emoción con toda clase de historias implicadas en esta pelea contra el cáncer, y muchas verdades tras ciertas competidores, tal como la "verídica obsesión de las doctoras por argumentar de qué manera las mujeres tienen que palparse las mamas para coger a tiempo la patología".
Es una idea auspiciada por el Ayuntamiento de Trillo, ciudad a la que forma parte Viana, para enseñar su acompañamiento a la investigación en la pelea contra el cáncer de mama y mentalizar de la necesidad de cuidarse, pero asimismo para anunciar a todo el mundo las Tetas de Viana, declaradas monumento natural por el Gobierno de Castilla-La Mancha, así como ha destacado a Europa Press la autora de la iniciativa, Laura Domínguez, al lado de Fernando Toquero y Mario González.
Unas montañas gemelas, ubicadas a 1.116 metros sobre el nivel del mar, que fueron escogidas para poner este enorme nudo exactamente por su simbolismo, siendo su forma afín a la del pecho de las mujeres. "Las Tetas de Viana proponen esa lectura efectiva que relaciona naturaleza, deporte y vida, con la cura del cáncer de mama", manifiesta Domínguez.
Cientos y cientos de personas, entre aquéllas que estaban la doctora de la Unidad Central del Cáncer de Mama de la Comunidad Madrid, la radióloga Carmen de Juan, o la ginecóloga y también influencer científica Mercedes Herrero, y mujeres perjudicadas por la patología, participaron este sábado en el ascenso a estas montañas inspiradoras.
Así como ha reconocido Laura Domínguez, fué un reto "bello", que ha supuesto asimismo un "espectacular esfuerzo", con instantes muy complejos que hubo que sortear tanto en el momento de saber de qué manera se cosía este colosal nudo, como de cerrar de qué forma se hacía la subida.
No obstante, a su juicio, "fué un enorme desafío por la vida" en el que la mayor parte de la gente que participaron de una u otra forma en el reto tienen detrás una historia de superación". Así, subir a las Tetas de Viana fué para todas y cada una como una metáfora de nuestra vida.
Hasta aquí se han acercado mujeres que han sufrido un cáncer de mama o que tienen un individuo cercano que lo sufre, doctoras que trabajan en su curación, tal como personas concienciadas en la pelea contra esta dolencia, que como Laura Domínguez o la Corporación de Trillo y sus vecinos, desean que las Tetas de Viana y su ambiente sean mucho más conocidas por el planeta entero.
El desarrollo de colocación del nudo fué espectacularmente difícil. Han debido batir el récord que en este preciso momento tienen los Emiratos Árabes por la confección de otro nudo de 4.800 m2 por la pelea contra el tumor cerebral.
Guinness ha obligado a que este nudo lleve la manera del que se transporta en la pechera. Para ello se ha empleado una cinta de 287 metros de largo por 26 metros de ancho, que tuvieron que subir hasta la cima de las "lolas", donde han montado el nudo que ha ocupado 80 por 110 metros.
En esta confección primero han montado la cabeza del nudo y después ámbas patas. Dieciocho costureras estuvieron cosiéndolo a mano en la cima, puesto que subir con él montado resultaba irrealizable. Una contrariedad a la que se ha unido nuestra orografía de las montañas.
En cualquier caso, para Domínguez, fué un doble reto muy enternecedora de confección del nudo y pelea contra la patología, para lo que asimismo se pusieron a la venta pulseras o nudos de conciencia, y todo cuanto se recaude va a ser para la Asociación Contra el Cáncer.
Tras todo este emprendimiento hubo mucho trabajo que el día de hoy se tradujo en lloros de alegría, emoción, y ganas de continuar en la pelea contra el cáncer, tal como ofrecer visibilidad a esta hermosa comarca de la Alcarria, cuyos vecinos se han implicado de lleno en este emprendimiento. "Ese es asimismo entre los mayores logros, que nuestro territorio se ha creído el emprendimiento desde el primer instante", ha concluido Domínguez.