CÓRDOBA/CUENCA, 1 Oct.
Hoy se ha llevado a cabo el acto jurídico y la eucaristía de clausura del proceso de beatificación y canonización en su fase diocesana de Bonifacio Bonillo Fernández, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y nacido en Cañaveruelas (Cuenca). El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y Amador Fernández, superior provincial de España de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, han presidido este importante evento.
Hace casi un año, en diciembre, se creó una comisión delegada en la Diócesis de Córdoba para comenzar la causa de beatificación de Bonifacio Bonillo Fernández. Durante estos meses se ha llevado a cabo una extensa investigación con el objetivo de recopilar pruebas que avalen la veracidad de la fama de santidad y virtudes atribuidas al Hermano Bonifacio. Ahora, finalizada la fase diocesana, la causa avanza a la fase romana para su revisión por el Dicasterio de las Causas de los Santos en Roma, donde se tomarán decisiones sobre la beatificación y canonización.
Es importante resaltar que durante la fase diocesana no se ha determinado la existencia de la fama de santidad, sino que esta será evaluada en la fase romana por las autoridades competentes. Sin embargo, el obispo Demetrio Fernández ha destacado la labor del Hermano Bonifacio y la importancia de su obra social, la cual continúa atendiendo a quinientas familias en situación de vulnerabilidad cada mes.
Los Hermanos de San Juan de Dios también han expresado su alegría ante la apertura de la causa de beatificación del Hermano Bonifacio. Han destacado su carácter caritativo y su dedicación a los enfermos y los niños desamparados. Su fama de santidad ha impactado a muchas personas, quienes lo recuerdan con emoción y gratitud.
La apertura de esta causa fue aprobada por los obispos del sur de España en febrero de este año, quienes consideran que la vida ejemplar del Hermano Bonifacio puede ser un estímulo para los fieles de la Diócesis de Córdoba y para la Iglesia en general.
Bonifacio Bonillo nació en Cañaveruelas (Cuenca) en 1899 y se unió a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en 1924. Durante 43 años ejerció como limosnero en el Hospital San Juan de Dios en Córdoba, brindando apoyo y atención a niños con polio y otras enfermedades óseas. En reconocimiento a su labor, fue apodado cariñosamente "Fray Garbanzo". Falleció en 1978 y sus restos descansan en la Capilla del Hospital San Juan de Dios en Córdoba.
La labor del Hermano Bonifacio continúa viva a través de la Obra Social que lleva su nombre y que brinda ayuda a unas quinientas familias en situación de vulnerabilidad cada mes.