MADRID/TOLEDO, 9 Feb.
La familia y allegados de Ángel, el niño de 11 años cuyos restos se han localizado a trozos en un vertedero de Toledo, dieron el último adiós al menor a lo largo del entierro que tuvo rincón la tarde de este jueves en el distrito de Carabanchel.
Familiares y amigos de la familia se dieron cita en el tanatorio Sur de Carabanchel desde las cinco de la tarde para despedir al menor, desaparecido el mes pasado de diciembre en el vecindario de Carabanchel al lado de su primo Fernando, de 17 años, cuyo cuerpo sin vida fue hallado antes en exactamente el mismo emplazamiento.
Entre los varios ayudantes, aparte de los allegados mucho más próximos, han acudido Sinaí Giménez, presidente de Sociedad Gitana Española, la que ejercita como representante de la familia, y Juan José Cortés, padre de la pequeña Mari Luz Cortés, entre otros muchos líderes de distintas asociaciones y organizaciones de la red social gitana tanto de Madrid como del resto de España.
Los restos de los dos menores fueron localizados en el Ecoparque de Toledo en un transcurso de tiempo de cerca de un mes --diciembre y enero respectivamente--, pero fué hace pocos días en el momento en que el juez autorizó la distribución de los restos de Ángel a la familia a fin de que pudiese ofrecerle sepultura.
Los 2 primos desaparecieron el diez de diciembre en el vecindario de Carabanchel. El cadáver de Fernando fue localizado en el Ecoparque de Toledo en la época de ese mes y días después se confirmaba que era el mayor de los 2 desaparecidos, lo que motivó el comienzo de una búsqueda el 27 de diciembre en este vertedero para revisar si el cuerpo de Ángel asimismo estaba en ese sitio.
Una vez empezado el desarrollo de búsqueda, el 11 de enero estaban unos restos humanos en nuestro Ecoparque. Estos restos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Toledo para cotejarlos con pruebas de ADN, cuyo resultado ha podido confirmar que corresponden a Ángel.
Desde la desaparición, la primera hipótesis y la primordial de la Policía apuntó a que los menores se hubiesen cobijado del frío y de la lluvia para reposar en un contenedor, en el que hubiesen fallecido ahogados --como consta en la autopsia de Fernando como causa del óbito-- y hubiesen acabado en los camiones de basura.
El cuerpo del pequeño Ángel fue localizado en la región de descarga de los contenedores del Ecoparque de Toledo, al paso que en la situacion de Fernando, sus restos fueron encontrados en una cinta transportadora por los obreros del vertedero.
La autopsia de Fernando determinó que el joven había fallecido de manera natural por una asfixia o mecánica, lo que los estudiosos vincularon a un viable incidente dentro de un contenedor.
Los familiares desechan completamente la hipótesis policial y solicitan que se exploren otras. De hecho, la familia ha contratado al criminólogo forense Manuel Alameda y a un exguardia Civil de la Brigada Provincial a fin de que se sumen a la investigación que se está haciendo de manera paralela a la policial y judicial frente a los rastros de un viable homicidio.
Los especialistas se aúnan al grupo que trabaja sobre la situacion compuesto por el respetado antropólogo Francisco Etxeberría, popular por trabajar en la situacion de José Bretón, y por un detective privado frente a las supones de la familia de que no se causó ningún incidente.
En este marco, la familia solicitó a la Policía Nacional que registrase mucho más pisos del bloque de casas donde vivía la exnovia de Fernando. El día de la desaparición en teoría iban a visitarla, algo que ella siempre y en todo momento ha negado que sucediera.
La familia de Lucía, incluida su madre Trini, ha negado asimismo cualquier vinculación con la desaparición de los menores y ha denunciado frente a los medios que pegaron a la chavala y que se fueron del bloque de casas en el que vivían en Toledo por temor a represalias.