CIUDAD REAL, 29 Nov. - La Fiscalía de Ciudad Real mantiene su petición de 25 años de prisión para el acusado de matar a golpes a su abuela en la localidad ciudadrealeña de Malagón en enero del pasado año. El delito imputado es asesinato con alevosía y ensañamiento.

La fiscal del caso expuso estas conclusiones durante la tercera sesión del juicio con tribunal de jurado popular. Por su parte, el abogado de la defensa solicitó que la pena para el procesado sea rebajada a ocho años de cárcel, argumentando que se trató de un delito de homicidio con los atenuantes de confesión y de haber actuado bajo los efectos de drogas.

De acuerdo con la fiscal, la disputa entre abuela y nieto que llevó a la muerte de la mujer se originó por un préstamo de dinero que él no devolvía, además de otros reproches por el robo de dos teléfonos móviles. Según el relato, un día después de discutir estos temas a través de WhatsApp, el nieto acudió a la vivienda de su abuela, donde ocurrieron los hechos trágicos.

La fiscal destacó el "ensañamiento" del acusado con la víctima, ya que los informes forenses indican que la mujer recibió más de diez golpes violentos en el cráneo. También refutó el argumento de la defensa de que el acusado estaba bajo los efectos de las drogas en ese momento, alegando que dio tres versiones diferentes de los hechos a la Guardia Civil, lo que demuestra que "estaba en sus plenas facultades".

Además, el estudio de toxicología realizado al acusado reveló un "consumo bajo de cocaína" y no se encontraron indicios de consumo de heroína, desestimando así la afirmación del acusado durante su interrogatorio inicial.

La fiscal también rechazó el atenuante de confesión propuesto por la defensa, argumentando que el acusado no admitió el crimen hasta que no se vio acorralado. Asimismo, destacó que dio dos versiones anteriores para exculparse antes de reconocer su culpabilidad.

Al finalizar la sesión, el acusado expresó su arrepentimiento y reconoció que merece la pena de prisión por lo que le hizo a su abuela. También manifestó que llevará una condena "por dentro de por vida" y que este evento le ha hecho "abrir los ojos" y dejar de consumir drogas.

Una vez concluido el juicio oral, la magistrada presentará al jurado popular, por escrito, el objeto del veredicto, formulando diferentes preguntas para que los nueve miembros del jurado respondan si consideran al acusado culpable o no. Estas deliberaciones serán secretas y cada miembro del jurado deberá responder individualmente y emitir su voto sobre la culpabilidad del acusado y los hechos probados.