Guadalajara se vistió de homenaje el pasado 22 de noviembre, al dar formal reconocimiento a una mujer icónica en la defensa de los derechos de las féminas, Francisca de Pedraza. Ella fue valiente pionera que, tras sufrir en carne propia la violencia machista que le infligió su esposo, decidió alzar la voz y enfrentarse a esta realidad. Su valentía se plasma en la primera sentencia por violencia de género dictada en el siglo XVII en España, un hito que merece ser recordado. En una ceremonia significativa, se inauguró una rotonda en su honor, ubicada en la intersección de las avenidas Pálmaces de Jadraque y Mercedes Gaibrois.

Este evento de relevancia se llevó a cabo en compañía de la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, así como de otros miembros del Ayuntamiento y del vicerrector de la Universidad de Alcalá en su campus guadalajareño, Carmelo García. Durante el acto, se observó un emotivo minuto de silencio, no solo en memoria de Francisca, quien fue víctima de maltrato, sino también en reconocimiento a todas las mujeres anónimas que enfrentan situaciones similares y que, como ella, buscan justicia y apoyo en las instituciones.

En su intervención, la alcaldesa Guarinos llamó a la unidad en la lucha por la justicia, enfatizando que las víctimas deben ser el foco de atención y no las ideologías que a menudo dividen. "Seamos una sola voz clamando justicia", afirmó, subrayando la importancia de unir fuerzas en esta causa que trasciende diferencias y enfoques políticos.

La regidora también resaltó la valentía del rector de la Universidad de Alcalá en su momento, Álvaro de Ayala, quien emitió una sentencia pionera en 1624 que incluía el divorcio, la devolución de la dote y una orden de alejamiento. Guarinos reconoció el papel crucial que ha desempeñado la universidad en la lucha contra la violencia de género a lo largo de la historia.

Reflexionando sobre el contexto actual, lamentó que en pleno siglo XXI las estadísticas sobre violencia de género continúen siendo alarmantes. La alcaldesa enfatizó que esta es una problemática que no debe politizarse, sino que debe abordarse como una realidad social que nos compromete a todos, instando a combatirla desde la unidad y el respeto a pesar de las diferencias ideológicas.

“Es una causa que debe unirnos, no dividirnos”, reiteró Guarinos, reconociendo que muchas mujeres aún viven bajo control, enfrentan amenazas y, en el peor de los casos, son víctimas de asesinatos. En este sentido, abogó por la implementación de medidas que favorezcan la sensibilización, la mejora de la respuesta institucional, así como la asistencia y protección a víctimas y sus hijos.

La figura de Francisca de Pedraza se erige como un símbolo de resistencia y valentía, siendo la primera mujer en alzar la voz contra la violencia de género en la historia de España. Su caso, impulsado por la Universidad de Alcalá, marcó un precedente en la lucha por los derechos de las mujeres en el país.

Desde esta universidad, su vicerrector Carmelo García también se refirió a Pedraza como una mujer cuya determinación dejó una huella imborrable en la historia de los derechos humanos, en especial en la lucha contra la violencia basada en género. García aprovechó la ocasión para agradecer al Ayuntamiento por su compromiso tanto en la inauguración de la rotonda como en otras actividades programadas a lo largo del año, asegurando que la universidad continúa inculcando en las nuevas generaciones valores de igualdad y respeto.

"Esta rotonda simboliza nuestro compromiso y será un recordatorio permanente de la importancia de la igualdad y la justicia. Cada persona que la atraviese tendrá la oportunidad de reflexionar sobre que ninguna lucha por los derechos humanos es en vano", concluyó García, marcando el fin de un acto que honra el legado de Francisca de Pedraza y su incansable lucha por la dignidad femenina.