Crónica Castilla-La Mancha.

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"Hospital de Toledo destaca en el estudio del uso del agua en diálisis"

TOLEDO, 7 de diciembre.

En un destacado evento en el ámbito de la medicina, el servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Toledo, que opera bajo la supervisión del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ha sido galardonado con uno de los premios a la mejor comunicación oral. Este reconocimiento se debe a una investigación significativa sobre el consumo de agua durante las sesiones de diálisis, presentada en el 54 Congreso de la Sociedad Española de Nefrología, el cual este año se enmarca dentro de un contexto internacional al coincidir con el XI Congreso Iberoamericano de Nefrología e Hipertensión.

El estudio premiado, titulado 'Cuestionando la contribución del flujo del baño de diálisis a la eficacia depurativa', ha sido llevado a cabo por un equipo de médicos del hospital, que incluye a María Antonia García Rubiales, Carlos Cabezas Reina, Iván Carmena Rodríguez, Borja Alonso Calle, María Ibáñez Cerezo, Narda-Lorena Ávila Molina, Mercedes Baltasar López, Laura Cueto Bravo, David Carro Herrero y Francisco Javier Ahijado Hormigos.

El doctor Francisco Javier Ahijado, jefe del servicio de Nefrología, ha proporcionado detalles sobre la importancia del estudio. Explicó que la hemodiálisis, que es un tratamiento esencial para pacientes renales, implica un considerable consumo de agua, utilizando hasta 500 mililitros por minuto durante sesiones que pueden extenderse hasta cuatro horas por paciente. Estas cifras alarmantes han motivado la investigación presentada, según ha informado la Junta mediante un comunicado de prensa.

Ante las crecientes preocupaciones sobre la sostenibilidad y la escasez del agua, el doctor Ahijado afirmó que el equipo se propuso analizar la viabilidad de reducir el flujo de agua durante las sesiones de diálisis. A través de su estudio con pacientes que llevan más de tres meses recibiendo hemodiálisis, se comparó la eficacia depurativa al disminuir el flujo a 300 ml por minuto. Los resultados revelaron que no se observaron alteraciones relevantes en el corto plazo del estudio, lo que abre nuevas líneas para investigar opciones más sostenibles.

El mismo doctor ha enfatizado el objetivo de este trabajo, que es preliminar, y busca establecer un camino hacia prácticas más responsables en el uso de recursos tan valiosos como el agua durante los tratamientos médicos.

En el marco de este congreso, el servicio de Nefrología del Hospital de Toledo presentó 16 trabajos de un total de más de 500 registrados en diversas categorías, evidenciando su compromiso con la investigación y el avance en la atención renal.

Para contextualizar, es crucial recordar que los riñones sanos desempeñan un papel vital al filtrar la sangre y eliminar líquidos, minerales y desechos. Sin embargo, cuando estos órganos fallan, se produce una acumulación de desechos perjudiciales en el organismo, lo que puede aumentar la presión arterial y causar retención de líquidos. En tales casos, se necesita un tratamiento que reemplace la función renal, siendo la diálisis la opción más utilizada para eliminar desechos y exceso de líquido cuando los riñones no pueden cumplir con esta función.

Existen principalmente dos tipos de diálisis: la hemodiálisis, que purifica la sangre utilizando un filtro artificial, y la diálisis peritoneal, que utiliza el peritoneo como filtro natural. La hemodiálisis requiere de agua tratada, que debe pasar por procesos de filtrado, desionización, ósmosis inversa y esterilización, ya que el agua potable no es adecuada para su uso directo en estos tratamientos, haciendo imprescindible contar con una planta de tratamiento específicamente diseñada para diálisis.

El agua adecuada obtenida de este proceso tiene las características necesarias para interactuar con la sangre de los pacientes a través de membranas semipermeables, facilitando el intercambio de sustancias vitales que permiten el proceso de diálisis.

Cabe destacar que el área de diálisis del servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Toledo realiza un promedio de 1.200 sesiones mensuales. Esta área está estratégicamente ubicada en la planta baja del Edificio B, con acceso directo desde la calle, garantizando comodidad y facilidad para los pacientes. Dispone de 24 puestos de hemodiálisis, que incluyen ocho boxes individuales, cuatro para pacientes agudos, cuatro adicionales para aquellos infectados con hepatitis B y uno más diseñado para entrenamiento en hemodiálisis domiciliaria.

Este reconocimiento no es la primera vez que se otorga al servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Toledo en el contexto del congreso de la Sociedad Española de Nefrología. En la anterior edición, el trabajo de la doctora María Ángeles Fernández Rojo, titulado 'Valoración de la función del ventrículo derecho y sus cambios asociados a la hemodiálisis', también fue galardonado con el premio a la mejor comunicación oral, reafirmando así la excelencia y dedicación del equipo médico de este hospital en el ámbito de la nefrología.