Crónica Castilla-La Mancha.

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Incidente en Toledo y Madrid: bola de fuego se desintegra a gran velocidad

Incidente en Toledo y Madrid: bola de fuego se desintegra a gran velocidad


TOLEDO, 16 Sep.

El Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) ha presenciado un fenómeno impresionante: una bola de fuego cruzando el cielo nocturno. Numerosos testigos fueron testigos de este evento y compartieron sus experiencias en redes sociales.

La bola de fuego apareció a las 23.06 horas del domingo pasado y fue capturada por los detectores de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red Swemn) en el Complejo Astronómico de La Hita, como señaló la Fundación Astrohita en un comunicado de prensa.

Estos detectores forman parte del Proyecto Smart, un programa de investigación del CSIC que monitorea el cielo de manera continua para estudiar el impacto de rocas provenientes de objetos del Sistema Solar contra la atmósfera terrestre.

Además, los detectores ubicados en los observatorios de Calar Alto, Sierra Nevada, Sevilla, La Sagra (Granada), Huelva, Olocau (Valencia) y Faro de Cullera (Valencia) también registraron el fenómeno.

La bola de fuego fue analizada por el astrofísico José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), y se determinó que la roca entró a la atmósfera a una velocidad de 51,000 kilómetros por hora.

La roca, proveniente de un asteroide, se convirtió en incandescente por el rozamiento con la atmósfera, creando así la bola de fuego a 81 kilómetros sobre Villasequilla de Yepes (Toledo).

La bola de fuego se desplazó hacia el norte, alcanzando una altitud de 38 kilómetros sobre Madrid capital, específicamente sobre el barrio de Fuentelareina.

Debido a su gran luminosidad, la bola de fuego fue visible desde más de 600 kilómetros de distancia. A lo largo de su trayectoria, se observaron varias explosiones que aumentaron su brillo y se debieron a rupturas bruscas en la roca.

En total, la bola de fuego recorrió unos 68 kilómetros en el aire y se desintegró por completo en la atmósfera, sin que ningún fragmento llegara al suelo.