GUADALAJARA, 14 Oct. - La guadalajareña María Asunción Reneses Díaz, ciudadana repatriada desde Nazaret (Israel), ha expresado su agradecimiento a todas las instituciones por haberla rescatado de lo que ella describe como un "infierno". Aunque sobrevivir a la guerra en Tierra Santa le ha dejado la tristeza de presenciar la sinrazón humana que sigue causando terror en la región.
En un comunicado de prensa enviado por la agencia de viajes contratada por Reneses, quien viajaba como peregrina en tiempos de guerra, ella reconoce que se fue con una profunda tristeza al no poder continuar con su viaje previsto debido a las dolorosas circunstancias y la realidad que se impuso.
Ella relata que, a pesar de vivir el conflicto con cierta tranquilidad en Nazaret, amparada por el hotel, las noches se veían interrumpidas por los ruidos de los misiles y el brillo en el cielo que se asemejaba a una verbena en España, así como el sonido de los cazas sobrevolando el cielo, creando un espectáculo animado.
Sin embargo, según su experiencia, la naturaleza pudo proporcionarle un estado de inconsciencia y calma que la mantuvo en pie. María Asunción Reneses desea expresar su gratitud al Consulado, la Embajada y el ejército del aire por su impecable actuación al traerlos sanos y salvos a España.
Ella destaca la imagen de un militar que la recibió al entrar al avión y le dijo "están a salvo, están en casa". Esta acción le hizo desear abrazarlo, tal como ella misma recuerda.
Tampoco olvida mencionar a la Junta y la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, quienes han estado constantemente pendientes de su bienestar. Agradece de todo corazón a estas instituciones por los dos benditos aviones que los sacaron del "infierno", concluyendo así su mensaje de agradecimiento.