La antigüedad de la Iglesia de San Miguel en Brihuega busca reconocimiento como Bien de Interés Cultural.
GUADALAJARA, 19 de diciembre.
La Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha el proceso para declarar la Antigua Iglesia de San Miguel, ubicada en Brihuega (Guadalajara), como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.
Según una resolución emitida por la Viceconsejería de Cultura y Deportes, publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el pasado jueves y recogida por Europa Press, la mencionada iglesia, que actualmente se utiliza para diversos eventos culturales, se encuentra en la parte baja de la encantadora villa de Brihuega, convenientemente situada junto al acceso principal desde el este de la población.
Entre las características más sobresalientes del edificio se encuentra su imponente fachada principal, que da hacia el muro de poniente. Esta fachada destaca por su elegante portada de estilo románico de transición, adornada con sencillos capiteles y múltiples arquivoltas apuntadas. Además, se pueden observar otras dos puertas abiertas en las fachadas meridional y septentrional. Esta última, actualmente cegada debido al aumento del nivel de la vía pública en la plaza de San Miguel, presenta una puerta de similar estilo románico, sin embargo, su cronología es anterior a la principal, y su estado es más sencillo y parcialmente deteriorado.
De acuerdo con la tradición de los templos cristianos, el ábside se ubica en el extremo oriental de la iglesia, mostrando una planta poligonal de estilo mudéjar. Se distingue el zócalo inferior construido en sillería, mientras que el alzado está hecho en aparejo toledano, complementado con contrafuertes que se adosan a cada uno de sus seis ángulos, sin la presencia de ventanas.
El interior del templo ha conservado principalmente los muros y las arquerías que dividen sus naves. Su disposición es de planta basilical, compuesta por tres naves separadas por robustos arcos apuntados de ladrillo, que se presentan decorados de manera sobria con aristas vivas. La nave central, de mayor altura, tiene sus muros hechos de aparejo toledano, perforados por vanos de diversas formas, incluyendo alargados con remate semicircular, de herradura y algunos conocidos como óculos, todos ellos ricamente decorados con elementos de ladrillo, creando un claristorio que facilita la comunicación con el exterior.
La cabecera del templo, que se separa de la nave central mediante un presbiterio, se presenta en su totalidad, y se accede a ella a través de un arca triunfal apuntado que descansa sobre columnas y pilastras con capiteles decorados con motivos vegetales. En su parte absidal, la cabecera está cubierta por una hermosa bóveda nervada de ladrillo, con una forma estrellada que posee seis puntas, lo mismo que el tramo recto del presbiterio.
En el crucero del templo se abren dos capillas laterales, cada una enmarcada por arcos de piedra. La capilla del lado del Evangelio se caracteriza por su decoración barroca, mientras que la del lado de la Epístola cuenta con una bóveda de arista. Junto a esta última, en el segundo tramo de la nave, se localiza una tercera capilla, también cubierta con una bóveda nervada, que actualmente sirve como almacén para los cabezudos y gigantes de la Cofradía de la Virgen de la Peña.
El estilo arquitectónico que inspiró este templo está en estrecha relación con el más puro mudéjar toledano, evidenciado por las estructuras que lo componen.
En el costado norte del templo se alza la torre de las campanas, que tiene una base rectangular y podría formar parte de una estructura original de la cerca de Brihuega, que fue posteriormente elevada.
Se resalta que, tras ser restaurada hace años con criterios de modernidad bien fundamentados, la nave principal ahora está protegida por una estructura metálica con acristalamiento, lo que permite la entrada de luz cenital al interior, un aspecto que ha sido subrayado como un avance significativo.
Por consiguiente, la Viceconsejería de Cultura y Deportes, dotada de la competencia necesaria para iniciar de oficio los procedimientos de declaración de Bienes de Interés Cultural y su inscripción en el Catálogo del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, ha dado comienzo al expediente que pretende la declaración de BIC. A partir de este viernes, se abre un periodo de información pública que se extenderá durante un mes.
A pesar de este procedimiento, es importante resaltar que la iniciación del expediente conlleva la aplicación provisional del régimen de protección correspondiente a los Bienes de Interés Cultural.
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