Crónica Castilla-La Mancha.

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Lagarto: la histórica marca de jabón que revitalizó la fábrica de Illescas y asegura un futuro brillante.

Lagarto: la histórica marca de jabón que revitalizó la fábrica de Illescas y asegura un futuro brillante.

TOLEDO, 5 de enero. En un mundo donde la modernidad a menudo parece eclipsar las tradiciones, el jabón sólido Lagarto se erige como un símbolo perdurable de calidad y autenticidad. Desde su lanzamiento hace 110 años en San Sebastián, este producto ha mantenido su esencia, consolidándose como el emblema de Euroquímica, la firma toledana que, desde los años 90, ha asumido la producción de esta emblemática marca desde su planta en Illescas.

La historia de Euroquímica comienza en 1974, cuando su fundador, Francisco Moreno, tomó una decisión crucial al adquirir la planta de jabón Lagarto que operaba en Zaragoza desde 1971. Este movimiento no solo le permitió ampliar su negocio, sino que también hizo posible que Lagarto fuera parte de una empresa de Castilla-La Mancha, arraigándose aún más en la identidad regional.

En una reciente entrevista con Europa Press, el director general de Euroquímica, Sergio Talavera, compartió los desafíos que la compañía enfrentó tras el fallecimiento inesperado de Moreno. Acepta que la gestión que se realizó en ese momento fue, a la postre, cuestionable, lo que condujo a una reestructuración complicada y rigurosa del negocio. Sin embargo, Talavera manifiesta que, gracias a la fortaleza de la marca Lagarto, la empresa ha podido salir adelante: "Si hubiéramos tenido otra marca, probablemente no estaríamos hablando de esto ahora", afirma con convicción.

A pesar de los obstáculos, el futuro se vislumbra optimista. Euroquímica ha trazado un plan ambicioso de expansión que prevé una facturación superior a los 30 millones de euros en un plazo de cinco años. Este crecimiento irá acompañado de una diversificación de su oferta, que ya cuenta con más de 60 productos diferentes. Talavera, cauteloso ante la competencia, se abstuvo de revelar detalles sobre los desarrollos futuros, enfatizando que Lagarto es una empresa modesta que compite con gigantes de la industria.

El reconocimiento de Lagarto es impresionante, con un 95% de los consumidores familiarizados con la marca. Los productos emblemáticos, como el famoso jabón con letras rojas, se producen en Zaragoza, mientras que la planta de Illescas se especializa en la elaboración de la versión líquida del mismo jabón y otros productos innovadores, incluido un jabón en pasta descrito como el mejor quitamanchas del mercado.

La fábrica de Illescas, que ocupa 20.000 metros cuadrados, cuenta con 45 empleados dedicados a la producción de aproximadamente 15 millones de litros anuales. Estos productos abarcan una amplia gama, desde fregasuelos hasta detergentes líquidos, adaptándose a las necesidades del mercado industrial y del consumidor final.

La eficiencia de la planta es notable. Con una capacidad de almacenamiento de casi dos millones de kilos y un stock de materias primas que oscila entre 540 y 600 toneladas, este año han logrado vender cerca de 13 millones de kilos. Los procesos de producción están diseñados para garantizar la calidad desde el principio, utilizando tecnología de vanguardia en su laboratorio y llevando a cabo un control riguroso de cada etapa.

El alcance internacional de Lagarto es impresionante, con presencia en más de 15 países, destacando Marruecos como el principal mercado en África, junto con exportaciones a Latinoamérica, Asia y Europa. Según el director comercial, Juan Pablo Sampol, "Lagarto es una marca muy querida en China", un sorprendente logro para la compañía que nunca imaginó un impacto tan significativo en ese país.

Las exportaciones representan cerca del 20% de la facturación total de Euroquímica, una cifra que esperan mantener. Talavera subraya que el crecimiento en el extranjero no debería ser a expensas del sólido reconocimiento de la marca en España: “Debemos potenciar nuestra marca desde dentro hacia afuera”, expresa con firme determinación.

Identificándose como una compañía española, Lagarto mantiene la integridad de sus productos, que se elaboran con las mismas fórmulas y formatos para todos los mercados. Las etiquetas se adaptan a los diferentes idiomas, pero el producto en sí es uniforme y fiel a su calidad española desde su origen.

Desde sus inicios en 1914, el inconfundible logotipo de Lagarto ha sufrido varias modificaciones, pero su espíritu permanece intacto. La historieta detrás del nombre revela el carácter perserverante de los primeros trabajadores de la fábrica, quienes utilizaron la palabra "Lagarto" con desconfianza hasta que vieron el éxito del producto. Aunque el diseño del logo ha cambiado, el distintivo color rojo ha perdurado, representando felicidad y tradición, mientras que una gama más reciente utiliza un tono verde, alineándose con las tendencias sostenibles.

“Nuestra intención es transmitir una marca con valores tradicionales, pero con productos que ofrecen calidad, competitividad y un precio justo”, concluye Talavera con orgullo. El jabón Lagarto no solo simboliza una parte importante del patrimonio industrial español, sino también representa la misión de Euroquímica de seguir innovando mientras se aferra a sus raíces. Sin duda, la marca es el verdadero corazón de la compañía, y su legado continúa fortaleciéndose en el tiempo.