Crónica Castilla-La Mancha.

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Luthería Toledo pide en Guadamur un título oficial para certificar la profesión.

Luthería Toledo pide en Guadamur un título oficial para certificar la profesión.

TOLEDO, 27 de diciembre. La pintoresca localidad de Guadamur, situada en la provincia de Toledo, ha ganado notoriedad no solo por su valioso yacimiento arqueológico de Guarrazar, ni por su imponente castillo del siglo XV, erigido por Pedro López de Ayala, conde de Fuensalida. En este encantador rincón también se encuentra el taller de Javier Nebreda, quien, bajo la marca Luthería Toledo, se dedica a la noble profesión de luthier. Nebreda aboga por el reconocimiento de este oficio, pidiendo la creación de un título oficial que valide su trabajo.

Originario de Madrid, Nebreda compartió en una entrevista a Europa Press cómo su vida dio un giro en 2016 tras un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la empresa de construcción donde laboraba. Su verdadera pasión por la música lo llevó a establecerse en Toledo, donde montó una tienda de instrumentos musicales para compartir su amor por el arte sonoro.

“Comencé a desarrollar la luthería aquí en Toledo, ya que en Madrid había tenido experiencia en este campo. Luego, tras el cierre de la tienda, decidí emprender mi propio camino en este taller, donde he estado desde 2016 y mi clientela no ha dejado de crecer”, comentó Nebreda con entusiasmo.

Gran parte de sus trabajos llegan gracias al "boca a boca", una estrategia que se vio fortalecida durante su estancia en los locales de ensayo de 'La Pasarela' en Toledo, donde conectó con numerosos músicos de la ciudad. “A menudo me preguntaban por servicios de ajuste; además, utilizo las redes sociales para mostrar mis trabajos, lo que ha ampliado mi clientela considerablemente”, añadió con orgullo.

Nebreda es un luthier autodidacta, habiendo adquirido sus conocimientos a través de artículos de expertos como Jordi Pros, así como de libros provenientes de Estados Unidos que descubrió en un almacén de Talavera de la Reina que se especializa en didáctica musical. “Uno de los libros que más me impactó fue el que tiene un prefacio de Brian May, y de ahí obtuve una gran cantidad de aprendizajes”, expresó.

No obstante, el propio Nebreda señala un gran desafío para su profesión en España: la ausencia de una titulación oficial para los luthieres. “Comprendo que no exista un grado medio debido a la escasa cantidad de personas dedicadas a este oficio, pero nuestro trabajo tiene un alto valor, ya que no cualquiera puede realizar estas tareas manuales”, explicó.

En este sentido, lamenta no contar con un respaldo académico que respalde la labor de los luthieres, especialmente en la reparación de instrumentos modernos, dado que para los clásicos sí existe un reconocimiento formal. “Es crucial considerar que la mayor parte de los músicos en España se dedican a la música moderna”, puntualizó.

Definiendo su trabajo, Nebreda lo describe como el de un “constructor”, quien se encarga de reparar instrumentos de cuerda ajustados a las necesidades de sus clientes. “A medida que los instrumentos envejecen, es vital realizar reparaciones y ajustes”, añadió.

Entre las tareas más simples que aborda está el cambio de cuerdas en guitarras o bajos, especialmente para aquellos principiantes que aún no se atreven a realizar modificaciones por sí mismos. Por otro lado, lo que él considera su gran reto es reparar palas rotas, un trabajo que implica tanto encolado como pintura.

A veces colabora con otros luthieres como Salva, de Argom Guitars, situado también en Toledo, quien es conocido por su habilidad en la pintura de instrumentos. Nebreda enfatiza el valor de la colaboración entre colegas y subraya la existencia de una “comunidad unida” en el ámbito de la luthería.

Entre sus clientes más destacados se encuentra Víctor Andrés, de la célebre banda Mago de Oz, para quien ha realizado ajustes en su guitarra en varias ocasiones. Es un orgullo para Nebreda haber sido elegido como el luthier de confianza del reconocido músico.

Uno de sus trabajos favoritos es la creación de guitarras a partir de tablas de pino, tanto una eléctrica como una electroclásica. “Estoy muy orgulloso de estas guitarras porque suenan excepcionalmente bien. No quiero parecer arrogante, pero son comparables a una Fender”, comentó con satisfacción.

A pesar de su pasión por la luthería, Nebreda admite que no puede dedicarse exclusivamente a ella. Combina esta labor con su trabajo como mantenedor. “Hay momentos de mucho trabajo, aunque la realidad es que en Toledo, el mercado es pequeño. Atrae a mucha gente, pero no es suficiente para vivir solo de la luthería”, reconoce.

Luthería Toledo ha encontrado su lugar principalmente en las redes sociales, particularmente en Instagram y TikTok, donde su clientela puede contactarlo para solicitar sus servicios, continuando así su labor en el mundo de la música y la reparación de instrumentos.