El equipo de arqueología, liderado por los arqueólogos Miguel Ángel Hervás, Manuel Retuerce y María del Cristo González, ha concluido con éxito la última fase de excavaciones en el yacimiento de Calatrava La Vieja, llevada a cabo durante el verano de 2023.
En esta ocasión, se ha llevado a cabo una prospección con georradar en la medina del yacimiento, cuyos datos están siendo procesados y se espera presentar los resultados en un año. Además, se realizarán estudios de tratamiento y análisis de diversos materiales cerámicos, así como estudios arqueobotánicos y arqueofaunísticos sobre los restos recuperados en esta campaña y en anteriores.
También se está llevando a cabo una recopilación exhaustiva, traducción y reinterpretación de las fuentes escritas relacionadas con la conquista castellana de la ciudad de Calatrava en el verano de 1212.
El equipo de investigación está conformado por 12 estudiantes de arqueología, en su mayoría de la Universidad Complutense de Madrid, y dos arqueólogos de la empresa 'Baraka Arqueólogos'. Todos ellos continúan explorando esta importante antigua ciudad medieval en el corazón de La Mancha.
El objetivo principal de los trabajos era estudiar la transición entre el último período de dominio musulmán en Calatrava La Vieja (1195-1212) y la conquista y ocupación castellana (1212-1418). La excavación se centró en dos sectores específicos del yacimiento que ya habían sido investigados anteriormente.
Uno de los sectores excavados fue el oratorio al aire libre o 'musalla', construido por los almohades sobre el foso entre la medina y el alcázar. El espacio cuenta con un pequeño 'mihrab' con arco de herradura y un pavimento construido con mortero de cal y arena.
El otro sector excavado fue el 'Aula de los calatravos', ubicada en la crujía oeste del convento fundacional de la Orden. Este edificio de gran tamaño experimentó cambios significativos en su distribución interna a lo largo de sus casi tres siglos de ocupación.
Los resultados finales de estos estudios estarán disponibles en aproximadamente un año.
La investigación fue financiada en un 66% por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de su programa de Subvenciones para la realización de Proyectos de Investigación del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de Castilla-La Mancha para el año 2023. El 33% restante fue financiado por la Fundación Arte e Historia Ferrer-Dalmau, en su primera participación en la cofinanciación de estos trabajos.
Calatrava la Vieja, con su historia única, se ha convertido en el lugar perfecto para esta investigación. Fundada por los omeyas en el siglo VIII, la antigua ciudad fortificada desempeñó un papel crucial durante cinco siglos como capital política, militar y administrativa de la región del Alto Guadiana. Además, fue la única ciudad en la ruta principal entre Córdoba y Toledo.
La ciudad también fue el lugar de origen de la Orden Militar de Calatrava en 1158, la más antigua de las órdenes militares españolas, y tuvo un papel fundamental en la defensa del reino de Toledo entre los siglos VIII y XIII.
Finalmente, la ciudad fue abandonada a principios del siglo XV debido a las enfermedades transmitidas por el río y al cambio de las condiciones geoestratégicas en la región del Alto Guadiana. Con la fundación de Villa Real en 1255 por parte de Alfonso X, la antigua ciudad del Guadiana quedó fuera de la principal ruta de la región y poco a poco fue decayendo como cabeza de la encomienda de Calatrava hasta que fue abandonada casi por completo en 1418.