TOLEDO, 24 Oct. - El hombre acusado de asesinar a su hijo mediante apuñalamiento en Santa Cruz de Retamar (Toledo) el 11 de octubre de 2020, N.P., ha defendido su inocencia afirmando que no tenía "ningún tipo de intención" de acabar con la vida de la víctima, G.S.P., durante la primera vista oral de su juicio en la Audiencia Provincial de Toledo.
Además del acusado, en la vista también han presentado testimonio su esposa y madre de la víctima, L.P.; la esposa de la víctima, M.A.D., así como dos médicos que atendieron al acusado en horas inmediatamente posteriores a los hechos.
N.P., que tan solo ha respondido a las preguntas de su abogado, ha reconocido que portaba el cuchillo con el que acabó con la vida de su hijo, aunque ha afirmado que sucedió "sin quererlo".
En su breve declaración, ha afirmado que se encontraba en un grave estado de embriaguez, tras haber consumido "tres litros de cerveza y dos botellas de vino". Asimismo, ha señalado que, cuando su hijo acudió a su domicilio "entró como un toro" golpeándole fuertemente en la cabeza "con la muleta".
"Yo no quería acercarme a él, porque sabía que tenía una disposición muy inferior y no podía defenderme de él", ha afirmado N.P., que ha aducido que fue a por el cuchillo únicamente con intención defensiva, y que la víctima recibió la puñalada de forma accidental al forcejear en la puerta del domicilio.
Con su declaración, el acusado secunda el relato de su representación legal que sostiene que los hechos se produjeron en la puerta de la casa, cuando "al intentar cerrar la puerta" se produjo un forcejeo, en el que la víctima "volvió a cargar para tratar de evitar que la cerrase clavándose el cuchillo".
Por su parte, el testimonio de las principales testigos, que ejercen asimismo de acusación particular en el juicio, ha contradicho la versión del acusado, negando el estado de embriaguez del mismo y aludiendo a una clara intencionalidad de acabar con la vida de G.S.P.
En concreto, la pareja de la víctima, M.A.D., ha declarado que, tras recibir unos mensajes de texto de L.P. en el móvil, la víctima bajó a la vivienda de su padre "para preguntarle por qué no dejaba en paz a su madre". Tras llegar a la vivienda, N.P. invitó a la víctima a pasar, donde "empezaron a discutir y a pegarse empujones".
Fue en este momento, siempre según el testimonio de la testigo, cuando el acusado acudió a la cocina, regresando a la sala donde se encontraba la víctima, apuñalándole. M.A.D. ha señalado que "no vio bien el momento" en el que le asestó la puñalada, ya que "sucedió todo muy deprisa" pero que se encuentra en situación de atestiguar que "pilló a G.S.P. desprevenido".
La testigo niega que la víctima propinase ningún golpe al acusado ya que "con las muletas no podía" y también rechaza que N.P. mostrase encontrarse bajo los efectos del alcohol. Además, sostiene que tras apuñalar a su hijo e increpado por su esposa por haberle matado, el acusado respondió "¿Y qué?".
Por último, la testigo ha señalado que cuando la Guardia Civil se personó en el lugar de los hechos, el acusado se encontraba "haciendo la maleta" para marcharse del lugar de los hechos.
De su lado, la madre de la víctima, L.P., ha afirmado que, cuando su marido fue a la cocina a coger el cuchillo, exclamó "te voy a matar". Asimismo, aunque admite que no vio exactamente el momento en el que se produjo el apuñalamiento, tiene la certeza de que se produjo en el interior de la vivienda, ya que fue su hijo gravemente herido el que "se la mano al pecho y se desplomó cuando iba hacia la puerta de la casa".
La testigo también niega que el acusado estuviese bajo los efectos del alcohol, corrobora que respondió "¿Y qué?", cuando ella le increpó y que inmediatamente después, se dispuso a preparar una maleta para marcharse.
Además de las dos testigos, también ha presentado declaración dos médicos de los centros de salud de Valmojado e Illescas. R.E.G., ha señalado que el acusado se personó en el Centro de Salud de Valmojado, en el que ella atendía, conducido por la Guardia Civil, la madrugada del 12 de octubre, escasas horas después de los hechos, por un supuesto "traumatismo craneoencefálico".
En su declaración, ha negado que el paciente presentase "signos de embriaguez". En el mismo sentido, A.G.T. ha declarado que el acusado acudió al Centro de Salud de Illescas escoltado por agentes de la Guardia Civil en la tarde del 12 de octubre, siendo examinado, aunque "no tenía signos de ningún tipo de daño". Igualmente, ha declarado que "no había indicios de que hubiese bebido".
Tras la celebración de la primera vista oral, el juicio continuará en sucesivas sesiones con los testimonios de los agentes encargados de la investigación, así como los técnicos forenses. Después del mismo, el jurado, compuesto por 9 miembros, 7 hombres y 2 mujeres, quedará encargado de emitir un veredicto.
De ser declarado culpable, N.P. se enfrenta a una posible condena de 25 años de prisión por asesinato, dado que estima que existe un agravante de ensañamiento, así como a una serie de indemnizaciones a los familiares.
En concreto, la fiscalía solicita 94.000 euros para M.A.D. por el fallecimiento de su pareja, otros 94.000 euros para cada uno de los hijos de la víctima y M.A.D.; 42.000 euros a L.P. como madre de la víctima, y 15.000 euros a N.G.P., hermano del fallecido.