El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su preocupación por el creciente odio entre españoles en el país. Durante su participación en la entrega de reconocimientos por el Día de la Enseñanza en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), García-Page señaló que este ambiente desgarrado y lleno de crispación es perjudicial para la sociedad.
García-Page hizo hincapié en la importancia de pensar en cómo sería la situación si este odio se manifestara en las aulas escolares. Destacó que sería imposible enseñar y progresar, ya que en el aula existe una norma fundamental de respeto mutuo. Por lo tanto, abogó por una sociedad en la cual los valores aprendidos en las aulas se reflejen en la vida diaria.