El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha instado a la sociedad a evitar el uso de la Transición como un "arma arrojadiza" y ha enfatizado la importancia de abordar el futuro con unidad y esperanza. Durante su tradicional mensaje de Año Nuevo, pronunciado en el Palacio de Fuensalida en Toledo, hizo un llamado a dejar atrás el frentismo y el populismo que, según él, a veces se infiltran en las instituciones. García-Page aseguró que la unidad es fundamental para construir una sociedad fuerte.
En su discurso, el presidente destacó que los ciudadanos de Castilla-La Mancha no están aislados, sino que forman parte de un colectivo más amplio que es la familia y la sociedad. La comunidad castellanomanchega, llena de sentimientos, se siente orgullosa de su identidad, integrándose además en el conjunto de España, una nación rica en diversidad.
García-Page comenzó su mensaje expresando su solidaridad con las comunidades de Letur, Mira y Villel de Mesa, así como con todas las personas afectadas por la gota fría del mes de octubre. Además, hizo hincapié en la necesidad de aprender del mensaje constante que nos envía el cambio climático, enfatizando la relevancia de abordar estos desafíos con responsabilidad y unidad.
El presidente constató los avances en Castilla-La Mancha, donde la población, el empleo y el número de empresas han crecido gracias a un trabajo constante y con enfoque en la estabilidad. García-Page se mostró optimista respecto a la posibilidad de recuperar tanto los municipios dañados como el tiempo que se ha perdido en la historia.
Asimismo, otorgó especial importancia a la manera en que se debe recordar a las víctimas de desastres naturales, subrayando la necesidad de transformar ese dolor en un propósito colectivo de recuperación. El presidente instó a la sociedad a ser ejemplar en los momentos difíciles, probando que es posible actuar de manera constructiva a pesar del sufrimiento.
El presidente cargó su discurso de historia al hacer hincapié en la relevancia de conmemorar los tres años cruciales de la Transición política en España, comparando esos años de pactos y entendimientos con el presente. García-Page abogó por aprender de ese periodo, promoviendo el entendimiento y el diálogo entre los ciudadanos para poder avanzar conjuntamente.
Con un claro mensaje de advertencia, el presidente regional enfatizó que no se puede celebrar la Transición de manera efectiva si se aborda desde una perspectiva de división. Criticó a aquellos que atacan la igualdad bajo el disfraz de la búsqueda de privilegios y lamentó que esto contribuya a fracturar la unidad de la sociedad.
García-Page también destacó que el crecimiento debe perseguir un fin común; la unidad y la igualdad son dos pilares fundamentales que la Constitución protege y que deben ser celebrados con fervor. Insistió en que sin unidad es casi imposible aspirar a una igualdad real entre los ciudadanos.
El presidente dejó claro que trabajar juntos por una Castilla-La Mancha unida y equitativa es esencial para garantizar un futuro exitoso para todos. Hizo un llamado a la autoconfianza, animando a la sociedad a seguir desarrollándose y generando nuevas oportunidades que permitan a cada individuo alcanzar su máximo potencial.
El mensaje concluyó con un reconocimiento a aquellos que, en el pasado, lucharon en tiempos difíciles por el bienestar que disfrutamos hoy. García-Page finalizó su discurso deseando que en 2025 se priorice lo que une a la sociedad, con la esperanza de poder celebrar muchos logros en el camino hacia un futuro próspero. "Felices fiestas a todos y un próspero año 2025", cerró el presidente de Castilla-La Mancha.
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