TOLEDO, 8 de noviembre.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha planteado la necesidad de una reflexión política a medio plazo que conduzca a la creación de un organismo o autoridad independiente. Este nuevo ente estaría encargado de gestionar grandes catástrofes, como las que han azotado España recientemente a raíz del paso de la última DANA. La intención es lograr una "interferencia política cero" en la toma de decisiones críticas durante estos acontecimientos.

En el contexto de su intervención en un desayuno informativo auspiciado por La Tribuna y el Banco Santander en Toledo, García-Page afirmó que, sin duda, las autoridades son las responsables de reaccionar ante estos desastres naturales. Sin embargo, subrayó que "sería deseable que haya cero interferencia política", lo que podría lograrse al contar con una "autoridad independiente" que actúe con profesionalidad y sin presiones externas.

El presidente destacó la importancia de la "coordinación entre todas las administraciones públicas" para gestionar la crisis de manera efectiva, evitando la improvisación en el manejo de las catástrofes que han golpeado regiones como Letur y Mira. Resaltó que, a pesar de los desafíos, se ha logrado "perimetrar y enfocar" la situación de manera ordenada.

García-Page también expresó su solidaridad con la Comunidad Valenciana, mencionando que no tiene intenciones de cuestionar la "buena fe" de sus dirigentes en estos tiempos difíciles. Reconoció que, aunque esta tragedia dejará una impronta duradera, ha sentido un profundo impacto al estar en contacto con quienes han sufrido las consecuencias de la catástrofe. Aseguró que las historias de dolor dejan una "huella enorme" en quienes las conocen de cerca.

El presidente reflexionó sobre la naturaleza de acercarse a las tragedias, afirmando que siempre es preferible hacerlo. En sus palabras, hay una "lección" que ha moldeado su perspectiva como líder: ante situaciones inesperadas y trágicas, el único enfoque político válido es evitar los cálculos, señalando que "todo aquel que lo hace se convierte en víctima de esa marrullería".

García-Page recalcó que lo primordial es "preocuparse por las personas" afectadas, seguido de un esfuerzo para "resarcir los daños" ocasionados. Solo después de estos pasos se deben considerar las "conclusiones" a nivel político, judicial, penal y organizativo.

Asimismo, propuso la necesidad de llevar a cabo una reflexión colectiva una vez superada la tragedia para abordar de manera eficiente la gestión de los ríos y sus crecidas durante períodos de intensas lluvias.