El Palacio de los Arias de Molina de Aragón, en Guadalajara, ha sido retirado de la Lista Roja e incluido en la Lista Negra de Hispania Nostra. Esta situación se debe a que el ayuntamiento ha procedido a la demolición controlada de la mayor parte del edificio, dejando únicamente en pie una pequeña parte de la fachada. Este ha sido el primer bien de la provincia de Guadalajara en incorporarse a la Lista Negra de Hispania Nostra, la cual incluye un total de 15 monumentos que han sido retirados de la Lista Roja porque han perdido sus valores esenciales.
Hispania Nostra ha lamentado la "pérdida irreparable" de uno de los mejores palacios de Molina de Aragón. En su comunicado, ha hecho un llamamiento a toda la sociedad y a las Administraciones del Estado para que se tomen medidas y se tome conciencia del patrimonio cultural de España. Según la asociación, si se gestionara y promocionara adecuadamente podría convertirse en un motor de desarrollo y oportunidades, especialmente en las zonas menos pobladas.
El palacio de los Arias era una construcción de gran tamaño en el estilo de los palacios aragoneses de los siglos XV al XVIII. Contaba con una planta sótano, entreplanta, dos plantas superiores y una planta bajo cubierta. La fachada principal se caracterizaba por la deteriorada portada de sillería labrada y su escudo, así como la ordenada disposición de huecos y la progresión en la administración de las dimensiones de los mismos. Los medallones pintados en los entrepaños de los balcones prácticamente desaparecieron.
El palacio de los Arias perteneció al linaje de los Arias, una familia de origen judío y una de las más ricas del Señorío de Molina. Contaba con tierras y ganados, e incluso otras casonas en lugares de la Sesma de la Sierra, así como en Tordelpalo.
A pesar de la importancia histórica y patrimonial del edificio, los derrumbes parciales que se produjeron en 2013 obligaron a apuntalar su interior. Posteriormente, la demolición del edificio colindante dejó al descubierto la pared medianera, lo que provocó que el riesgo de colapso aumentara y se procediera a la demolición controlada del palacio. Ahora, la triste realidad es que uno de los mejores palacios del municipio de Molina de Aragón ha quedado reducido a una pequeña parte de la fachada que aún se mantiene en pie.