TOLEDO, 23 Nov. - En una era donde la efimeridad parece ser la norma en el ámbito de la diversión nocturna, un antiguo bastión de la vida social destaca por su constancia y tradición: Sithon’s. Desde su apertura, el 13 de octubre de 1969, esta emblemática discoteca toledana ha resistido la prueba del tiempo, convirtiéndose en la más antigua de toda España, con la misma dirección y bajo la misma dirección familiar, a excepción de los inevitables días de pandemia.

Jorge Losada Szekely, uno de los gerentes actuales, comparte su perspectiva con Europa Press sobre la longevidad de Sithon’s. En un mundo donde muchas empresas relacionadas con el ocio han fracasado o han cambiado de nombre, él resalta el orgullo de mantener “la misma empresa, misma familia y mismo nombre, y peleando para seguir adelante”. Recordando el impacto que tuvo la apertura de la discoteca, menciona cómo ofrecía a la juventud un espacio para desenfadarse mientras aún mantenía las tradiciones, como asistir a misa los domingos.

La historia de Sithon’s comienza con su fundador, el padre de Jorge, Antonio Losada, quien emprendió esta aventura tras conocer a una mujer húngara en Torremolinos mientras trabajaba en una tienda de cerámica. Antonio y Francisca Szekely se casaron y regresaron a Toledo, donde la noción de discoteca era prácticamente desconocida para la sociedad de la época. “¿Cómo iban a saber lo que era una discoteca si nunca habían visto el mar?”, reflexiona Jorge, enfatizando el contraste cultural que enfrentaron al introducir este nuevo concepto de entretenimiento.

Con un claro propósito de innovar socialmente, Antonio Losada decidió abrir un lugar que fomentara la reunión y la diversión de los jóvenes toledanos, un esfuerzo descrito en un artículo de la revista Alcázar que se refiere a la apertura de la discoteca como un evento que generó gran expectativa. Ubicada en los bajos del antiguo cine Alcázar, Sithon’s rápidamente se transformó en un punto de encuentro popular donde la gente podía bailar y socializar sin las restricciones del pasado.

La discoteca ha sido testigo de numerosas historias y anécdotas, desde amores furtivos hasta la sensación colectiva de vivir un momento compartido. Jorge recuerda cómo los ritmos lentos eran un momento de clímax en la pista, donde las parejas se agrupaban para bailar, mientras que los solteros aguardaban con esperanza que alguien los invitara a salir. En aquel entonces, la estructura del horario incluía dos sesiones por noche, lo que permitía a las personas mantener una apariencia de respeto mientras disfrutaban de la diversión nocturna.

La devoción de la familia Losada hacia el negocio fue tal que, tras el fallecimiento de Antonio, su esposa tomó las riendas del lugar que había sido parte de la vida de sus hijos desde su infancia. “Era normal”, dice Jorge, haciendo referencia a cómo él y su hermano Antonio crecieron en el entorno de la discoteca, incluso trabajando en ella desde pequeños.

Sithon’s se ha convertido en un símbolo de la diversidad social, atrayendo a una amplia gama de clientes, desde figuras políticas hasta personal militar. Sin embargo, Jorge hace una acotación humorística: “No recuerdo a la iglesia viniendo, porque supongo que aquí se vivía el infierno”. El establecimiento también ha sido escenario para la grabación de programas de televisión, lo que subraya su relevancia cultural en la región.

Con una clientela lejana a la media, esta discoteca ha visto pasar generaciones de trabajadores a lo largo de los años. En la celebración de su 55 aniversario, muchos ex-empleados, algunos con 80 años, se hicieron presentes, recordando una época en que ser camarero era una carrera para toda la vida, en contraposición al modelo actual donde los empleados son mayormente jóvenes en busca de trabajo temporal.

El evento conmemorado fue solo el comienzo de un año lleno de actividades para celebrar su longevidad. Jorge sostiene que el objetivo es crear experiencias de diversión que conecten con las emociones de la gente, innovando constantemente para mantener el interés. Marta Medina, la responsable de Relaciones Públicas, menciona que el programa incluirá una variedad de estilos musicales, asegurando que siempre habrá algo para todos.

Las anécdotas son una parte fundamental de la historia de Sithon’s. Marta recuerda cómo muchos romances comenzaron entre sus muros, así como encuentros inesperados, como el episodio del portero que quedó encerrado. “Aquí han pasado tantas cosas, desde clientes que se quedaban dormidos hasta otros que bajaban las escaleras rodando, demostrando su amor de maneras bastante efusivas”, agrega, sonriendo al rememorar los momentos vividos.

Entre los rostros célebres que han visitado Sithon’s se encuentran figuras del mundo del torero y artistas que han disfrutado de su vibra característica. Marta, quien solía venir a la discoteca de joven, recuerda cómo el local cambió con el tiempo, adaptándose a las nuevas tendencias pero siempre conservando su esencia original. “Aquí había un bingo que ofrecía champagne y premios, y la emoción era palpable”, dice con nostalgia.

A pesar de los cambios en la cultura del ocio, la esencia de Sithon’s permanece. La juventud puede que se haya adaptado a nuevas formas de entretenimiento, pero la discoteca ha logrado mantenerse relevante en un mundo en constante cambio, un logro que la familia Losada no toma a la ligera. “Nunca hemos tenido problemas con los vecinos, lo que es una suerte”, concluye Jorge, afirmando que planean seguir abiertas los fines de semana y adaptarse a las necesidades del público.

Finalmente, Marta sueña con alcanzar el centenario de Sithon’s: “Sería un hito”, dice, reconociendo que la clave del éxito de la discoteca radica en su ambiente inclusivo y su capacidad de conectar con diferentes generaciones. Jorge apoya esta idea al señalar que la diversidad de edades en el público ha sido fundamental para su longevidad, reivindicando que este es el verdadero secreto detrás de la perdurabilidad de Sithon’s.