TOLEDO, 19 de noviembre.
La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo ha tomado una decisión significativa al aprobar una modificación puntual del Plan General Municipal de Ordenación Urbana (PGMOU). Esta modificación tiene como objetivo establecer un marco específico para la regulación de las viviendas de uso turístico y los apartamentos en la ciudad, en un contexto donde el turismo ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años.
La intención detrás de esta medida es responder a la creciente popularidad de alojamientos turísticos promovidos por plataformas digitales, especialmente en el emblemático Casco Histórico de Toledo, un área cuya importancia patrimonial y residencial requiere especial cuidado. Esta información fue comunicada oficialmente por el Consistorio local en un comunicado de prensa.
Una de las características más sobresalientes de la nueva ordenanza, que fue aprobada por todos los grupos municipales a excepción de IU-Podemos, que expresó su oposición, es la ampliación del ámbito de actuación. Este se extiende a todos los distritos de la capital, dejando atrás la limitación únicamente al Casco Histórico.
A pesar de esta ampliación, la regulación distingue entre diferentes zonas, estableciendo variaciones en ciertas normativas aplicables y restricciones para la implantación de estos usos. Se diferencia, por lo tanto, entre el Casco Histórico y el resto de la ciudad, donde en el primero, las viviendas turísticas solo podrán localizarse en plantas bajas y primeras, mientras que en las otras áreas se aplicarán distintas condiciones urbanísticas según el sector específico.
En lo que respecta al Casco Histórico, se ha decidido reducir el cupo de saturación máxima del 20% a un 12% del total de viviendas, medida que también se aplicará al resto de la ciudad. Este ajuste busca preservar el carácter residencial de Toledo, prevenir conflictos vecinales y mitigar el riesgo de gentrificación en las zonas más vulnerables. Además, se aspira a proporcionar un marco claro y seguro para las actividades de alojamiento turístico, asegurando la protección tanto de los operadores como de los residentes.
Al revisar los requisitos técnicos establecidos en el documento, es importante destacar que todos los inmuebles destinados a uso turístico deberán cumplir con normas de accesibilidad, habitabilidad y dimensiones mínimas que facilitarían su eventual retorno a un uso residencial. Esta es una medida crucial que busca garantizar un mínimo estándar de calidad.
Se han implementado también medidas diseñadas para la adecuada gestión de residuos y la minimización de molestias, tales como ruidos, en beneficio de la comunidad vecinal. Las actividades que se realicen de manera clandestina, así como aquellas que no sean comunicadas, estarán sujetas a sanciones, y no se permitirá la regularización de inmuebles que no cumplan con los requisitos técnicos establecidos.
El Casco Histórico de Toledo se convierte así en una de las zonas más protegidas bajo esta nueva regulación. Además de las restricciones en cuanto a saturación y ubicación, se prohíbe la transformación de locales comerciales en viviendas turísticas, con el objetivo de preservar el comercio local y el dinamismo de la vida de barrio.
La nueva ordenanza busca un delicado equilibrio entre el crecimiento económico que trae consigo el turismo y la protección del derecho a la vivienda de los ciudadanos. Se pretende también revitalizar el mercado inmobiliario a través de la rehabilitación de edificios, fomentando tanto el uso residencial como el turístico, pero siempre bajo un marco normativo claro que será objeto de revisión periódica. Así, se busca evaluar su efectividad y adaptarla a las nuevas necesidades de la ciudad de Toledo.
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