TOLEDO, 16 de noviembre.

José Zárate y Rodríguez de Gaspar, un hombre que ha abarcado desde la educación hasta la musicología, es el autor del célebre 'Canto a Castilla-La Mancha'. Esta obra musical ha tratado de unir todas las distintas sensibilidades de la región y ha sido llevada a todos los rincones de este vasto territorio español.

Con un manuscrito que consta de veinticuatro páginas, la partitura ha comenzado a ser distribuida institucionalmente a través de diversos organismos en Castilla-La Mancha.

El maestro Zárate, en una reciente conversación con Europa Press, compartió que las hojas de su creación, que él describe como un "puzle musical", ya se encuentran en el Ayuntamiento de Albacete, en el Santuario de la Virgen de Cortes en Alcaraz, y en los ayuntamientos de Cuenca, Tarancón, Guadalajara, y Molina de Aragón.

En la provincia de Toledo, su manuscrito ya ha sido entregado al ayuntamiento de la capital y a la Diputación provincial, así como en su ciudad natal, Mora, y en Talavera de la Reina. En Ciudad Real, instituciones como el Ayuntamiento de la capital, Puertollano, Daimiel, Alcázar de San Juan, Villarrubia de los Ojos, junto a la Diputación, también han recibido una copia de esta obra.

El compositor ha revelado que su intención es continuar esta entrega en los ayuntamientos de Sigüenza, Tragacete, Almadén y Hellín, además de enviar una representación simbólica a la capital del país, Madrid, como un gesto de respeto hacia la identidad castellana que comparten con su región.

Más allá de las entidades locales, Zárate también aspira a llevar su manuscrito a la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha, buscando así un reconocimiento que trascienda las fronteras autonómicas. Además, planea entregar la primera página del 'Canto a Castilla-La Mancha' al presidente regional Emiliano García-Page, y la última al titular del Parlamento autonómico, Pablo Bellido, como manifiesto de la soberanía del pueblo castellanomanchego.

El maestro brindó esta entrevista poco antes de un concierto en la Casa de Castilla-La Mancha ubicada en la calle de la Paz en Madrid. Este evento tuvo lugar en el marco de la celebración de La Almudena, patrona de la capital, y sirvió como la primera exhibición pública de su obra más allá de Castilla-La Mancha.

El compositor ha recordado que el 'Canto a Castilla-La Mancha' es un regalo para la comunidad con motivo del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía, conmemoración que tuvo lugar el año pasado.

Descripción de esta obra como "una oda musical, un 'canto solemne'" a la identidad de los castellanos, manchegos, y castellanomanchegos, la cual refleja lo que significa ser parte de esta región desde 1982, es la afirmación del maestro Zárate.

Según su opinión, la clave radica en que los habitantes de Castilla-La Mancha "sientan orgullo de ser parte de una comunidad rica en diversidad". Para ello, pone a disposición de la sociedad su creación, que busca mover a la emoción y fomentar ese orgullo colectivo.

Con una letra que resalta la riqueza paisajística de la región, hace referencia a cómo sus tierras están enmarcadas por tomillo, jara y romero; además de evocar sus riberas y prados, y la singular luz que se puede ver en sus amaneceres y atardeceres.

El propósito es claro: expresar que Castilla-La Mancha "no es solo otra región más", sino una gran comunidad diversa que ha trabajado fielmente a sus principios, y que es dueña de un pasado que impulsa su futuro.

Zárate manifiesta una cierta nostalgia al observar cómo otras comunidades se atreven a tener himnos regionales sin complejos, como es el caso de la Comunidad Valenciana, y ahora desea que todos los castellanomanchegos "puedan entonar con orgullo" su propia composición, que ya está resonando en varios círculos sociales, culturales y musicales de la comunidad.

A pesar de que el actual Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha establece la necesidad de crear un himno regional, esta obligación no ha sido cumplida a lo largo de más de cuatro décadas.

El compositor observa que en otras comunidades se encargaron sus himnos a distintos autores coincidiendo con la aprobación de sus estatutos. Sin embargo, él prefiere que un himno "no se imponga a un pueblo".

Para Zárate, la creación de un himno debe ser un proceso "lento pero apasionante", buscando que se genere un sentimiento común en toda la región. "Me preocupa que no seamos capaces de unir nuestras voces en torno a algo que nos represente a todos", expone.

La 'Canción del Sembrador', de la zarzuela 'La Rosa del Azafrán', ha sido utilizada como un himno improvisado, llegando a sonar incluso en actos institucionales como el Día de Castilla-La Mancha celebrado el 31 de mayo.

Sin embargo, Zárate se opone a que esta pieza musical, que data de 1930, represente institucionalmente a la región, argumentando que sus connotaciones son rancias y no reflejan la realidad actual de Castilla-La Mancha. "La evolución de nuestra sociedad es palpable. Debemos cantar a la diversidad de nuestras tierras, a la lealtad del pueblo y al progreso que hemos construido juntos", señala el músico, concluyendo que "aunque Castilla-La Mancha no tenga himno, cuenta con un Canto: el 'Canto a Castilla-La Mancha'".