La berenjena de Almagro es uno de los productos más representativos de la gastronomía de Castilla La Mancha. Se trata de una variedad única que se cultiva principalmente en la comarca manchega de Campo de Montiel, concretamente en el municipio de Almagro y sus alrededores. Desde hace décadas, esta deliciosa hortaliza ha sido reconocida por su sabor, textura y calidad, lo que la convierte en un verdadero patrimonio gastronómico español.
La berenjena de Almagro tiene su origen en los cultivos de la época romana, cuando los agricultores de la región comenzaron a experimentar con diferentes variedades de hortalizas. A lo largo del tiempo, se fueron seleccionando las mejores semillas y se comenzó a cultivar de manera más intensiva, convirtiéndose en uno de los productos principales de la agricultura local.
No fue hasta la década de los años 60 cuando la berenjena de Almagro comenzó a adquirir una mayor notoriedad, gracias a la puesta en marcha de la Feria Nacional de la Berenjena de Almagro. Este evento se celebra cada año en el mes de agosto y supone un gran escaparate para dar a conocer este producto único en toda España.
La berenjena de Almagro se caracteriza por su tamaño pequeño, su piel lisa y brillante de color violeta oscuro y su delicada textura. Además, su sabor es muy especial, ya que es algo más dulce que el de otras variedades de berenjenas. Por otro lado, esta hortaliza también es muy apreciada por su contenido en nutrientes y vitaminas, siendo especialmente rica en fibra, hierro y potasio.
La berenjena de Almagro se elabora mediante un proceso artesanal, que se transmite de generación en generación. El primer paso es el cultivo de la berenjena en los campos de la comarca de Campo de Montiel. Una vez que se ha recogido la cosecha, se lavan y se cortan las berenjenas en rodajas o cuartos. A continuación, se colocan en grandes tinas junto con abundante sal, que hace que pierdan el amargor.
Pasado un tiempo, se retira la sal y se añade vinagre junto con distintas especias, como el ajo, el orégano o el comino. Después, se colocan las berenjenas en tarros de cristal junto con el líquido y las especias, y se dejan reposar durante varias semanas antes de consumirlas. Este proceso artesanal es el que confiere a la berenjena de Almagro su sabor y textura únicos.
La berenjena de Almagro se utiliza en numerosas recetas de la cocina manchega, como pueden ser los famosos pistos o las migas. Además, es un ingrediente fundamental en la elaboración de tapas y entrantes, como por ejemplo los llamados "ajos blancos con berenjena de Almagro", que consisten en un plato de ajo blanco con una rodaja de esta deliciosa berenjena encurtida.
Otro de los platos más populares que se elaboran con la berenjena de Almagro son los "rellenos de berenjena a la manchega". Se trata de una receta que consiste en rellenar la berenjena con carne picada y especias, para después cocinarla en el horno.
La berenjena de Almagro es un producto con una gran importancia dentro de la gastronomía de Castilla La Mancha. Su proceso de elaboración artesanal, su sabor único y su valor nutricional, hacen que sea un producto muy apreciado tanto por los habitantes de la comarca de Campo de Montiel como por cualquier amante de la buena comida.
A lo largo de los años, la berenjena de Almagro se ha ganado un lugar privilegiado dentro de la gastronomía española, siendo uno de los productos más populares y reconocidos de la región. Por todo ello, no es de extrañar que se haya convertido en un verdadero patrimonio gastronómico español.