El 10 de junio, Ciudad Real fue el escenario de un emotivo homenaje al destacado político Manuel Marín, coincidiendo con el 40 aniversario de la adhesión de España a las Comunidades Europeas. Esta conmemoración, organizada por el Gobierno de Castilla-La Mancha, sirvió para reconocer la esencial contribución de Marín a la integración de nuestro país en Europa, un logro que lo llevó a desempeñar importantes cargos en el Colegio de Comisarios, culminando en su rol como vicepresidente de la Comisión Europea entre 1986 y 1999.

El acto, celebrado en un parque que lleva el nombre del homenajeado, contó con la presencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el vicepresidente segundo de la Junta, José Manuel Caballero. También asistieron la viuda de Marín, Carmen Ortiz, así como amigos, familiares y colegas, entre ellos Joaquín Almunia, exvicepresidente de la Comisión Europea, y José María Barreda, expresidente de la Junta, quienes se unieron para rendir tributo a su legado.

Durante la ceremonia, se destacó a Marín como el principal promotor del ingreso de España en la Comunidad Económica Europea y del programa Erasmus, una iniciativa que simboliza una Europa unida, centrada en la juventud, el conocimiento y la convivencia pacífica.

García-Page defendió fervientemente el legado europeísta de Marín, advirtiendo sobre los riesgos que enfrentamos ante aquellos que cuestionan este modelo de unión. "No era solo una cuestión de unir naciones, sino de unir personas", enfatizó el presidente autonómico, resaltando que la visión de Marín abogaba por una integración más humana y no meramente institucional.

El presidente también aprovechó la ocasión para hacer un llamado en defensa del consenso político, subrayando la importancia de mantener la pertenencia a la Unión Europea en tiempos de creciente escepticismo. Manifestó que lo que algunos critican es, en realidad, lo que el pueblo español consideró esencial al optar por Europa, recordando incluso la lógica detrás de la violencia de ETA, que reconocía la importancia del proyecto europeo para el futuro de España.

Señaló que es vital permanecer alerta ante la posible erosión del proyecto europeo, que puede verse debilitado tanto por fuerzas políticas extremas como por la falta de liderazgo claro. "Hay muchos que solo ven en Europa algo de lo que beneficiarse, sin entender que no solo estamos en Europa, sino que somos Europa", declaró contundentemente.

El presidente cerró su intervención haciendo hincapié en la necesidad de proteger "la Europa de Manolo", incitando a la responsabilidad de los ciudadanos en reconocer el valor de formar parte del mayor espacio de democracia y derechos del mundo. Criticó la postura de quienes buscan reafirmar su identidad española a expensas de su europeo, calificado por él como "absurdo".

La periodista Asunción Valdés, amiga personal de Marín, también participó en el homenaje, repasando su trayectoria que empezó en Bruselas en los años 70 y culminó con su labor como vicepresidente de la Comisión. Recordó cómo Marín fue clave en la creación del programa Erasmus y su contribución a la cooperación sanitaria en Europa, que permitió una distribución coordinada de vacunas durante la pandemia.

Carmen Ortiz, visiblemente emocionada, recordó la humanidad y habilidad negociadora de su esposo, describiéndolo como alguien "riguroso y serio, pero siempre dispuesto a escuchar a los demás". Asimismo, el vicepresidente segundo del Gobierno regional, José Manuel Caballero, resaltó la nobleza y generosidad de Marín en política, destacando que su trabajo fue fundamental para la transformación de España y Castilla-La Mancha a través de la adhesión a la UE.

El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, también se pronunció, subrayando la relevancia histórica del momento que marcó un cambio en la vida del país, y reafirmando cómo Marín nunca olvidó sus raíces, amigos ni su ciudad, jugando un papel fundamental en la construcción europea.