
Calzados Pablo, la fábrica de zapatos ubicada en Fuensalida, está en medio de una controversia laboral. Los sindicatos CCOO Industria Toledo y UGT han comparecido en una rueda de prensa para denunciar que la empresa está excluyendo a los trabajadores mayores de 63 años de las bajas voluntarias, para así evitar gastos asociados a su inminente jubilación.
Según los sindicalistas, Calzados Pablo tiene una plantilla de 315 empleados y, en el pasado, intentó convertir a parte de ellos en fijos discontinuos, lo cual resultó en pérdidas económicas para los trabajadores. Este año, la empresa pretende despedir a 48 personas, pero los sindicatos aseguran que la cifra real es mayor, ya que Calzados Pablo desea quedarse con 249 empleados para convertirse en una pyme.
CCOO y UGT calculan que cerca de cien trabajadores podrían ser despedidos, debido a que 68 de ellos se encuentran en edad de jubilación o prejubilación y no tienen la opción de acogerse a las bajas voluntarias. Los sindicatos consideran infundadas las razones económicas esgrimidas por la empresa y solicitarán a las autoridades laborales que no aprueben el Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Además, si los despidos se llevan a cabo, sus asesorías jurídicas demandarán la nulidad o improcedencia de los mismos.
En respuesta a esta situación, los sindicatos convocarán una asamblea de trabajadores para informarles y decidir las acciones sindicales a seguir. Critican que Calzados Pablo esté llevando a cabo el ERE sin realmente necesitarlo y señalan que la empresa trasladó parte de su producción a Marruecos el pasado año.
Finalmente, los sindicatos denuncian que Calzados Pablo no se deshará solamente de 48 empleados, sino de más de cien, ya que han excluido a otros 68 trabajadores mayores de 63 años que se jubilarán de forma progresiva hasta el año 2026 sin coste alguno para la empresa.
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