Crónica Castilla-La Mancha.

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Cuatro empleados de telecomunicaciones arrestados por sustraer 7 kilómetros de cable telefónico.

Cuatro empleados de telecomunicaciones arrestados por sustraer 7 kilómetros de cable telefónico.

LOGROÑO, 14 de noviembre.

En un importante desarrollo en la lucha contra el robo de materiales valiosos, la Guardia Civil de La Rioja ha ejecutado una operación bajo el 'Plan Nacional contra el Robo de Cobre', conocida como operación 'Roncele'. Esta misión culminó en la captura de cuatro hombres de nacionalidades búlgaras, colombianas, peruanas y rumanas en la ciudad de Logroño, quienes son considerados presuntos responsables de seis delitos de hurto de cable de telefonía en diversas localidades de la región, incluyendo Agoncillo, Albelda de Iregua, Nalda y Hormilleja.

Los arrestados formaban parte de una empresa de telecomunicaciones con sede en Guadalajara y habían sido enviados a La Rioja para llevar a cabo la instalación de líneas aéreas de fibra óptica. Sin embargo, en lugar de cumplir con su labor, los sospechosos aprovecharon su conocimiento del sector para realizar sustracciones ilegales, logrando despojar a la comunidad de un total de 7.360 metros de cable de telefonía, cuyo valor se estima en 44.624 euros. Este acto criminal tuvo un impacto significativo en las comunicaciones de varios núcleos rurales, dejando a múltiples ciudadanos sin acceso a servicios esenciales.

La operación 'Roncele' fue desencadenada a raíz de la denuncia de seis robos de cable de cobre ocurridos entre el 2 y el 24 de octubre en varios municipios de La Rioja. Estas sustracciones provocaron interrupciones prolongadas del servicio de telefonía e internet, lo que generó inconvenientes para los residentes y un incremento en los riesgos asociados a la seguridad ciudadana.

Una minuciosa recopilación de información realizada por efectivos del Grupo de Apoyo de la Guardia Civil en Logroño durante las inspecciones post-robos, reveló que los hurtos habían sido perpetrados por empleados o exempleados de empresas dedicadas a la instalación y mantenimiento de telecomunicaciones. La utilización de herramientas especializadas para cortar los cables fue un indicativo clave en la identificación de los perpetradores.

La investigación se intensificó cuando se descubrieron 550 kilos de cable pelado ocultos en la maleza, organizados en fardos listos para su comercialización. La labor de indagación de los agentes permitió centrar los esfuerzos en cuatro individuos empleados por la mencionada empresa de Guadalajara, quienes habían llegado a La Rioja para implementar infraestructura de fibra óptica.

Estos sujetos fueron objeto de una vigilancia cautelosa suscitada tras la comprobación de que utilizaban su horario laboral para llevar a cabo las sustracciones de manera deliberada y coordinada. Posteriormente, vendían el cable robado en un centro de reciclaje en Logroño, donde lograron entregar 1.870 kilos de cobre, recibiendo a cambio la suma de 4.891 euros. Este hallazgo llevó finalmente a la detención de los implicados, a la recopilación de pruebas y a su remisión a la autoridad judicial correspondiente.