Crónica Castilla-La Mancha.

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Desmantelan fábrica en Toledo y detienen distribución de 3,5 millones de pilas falsas y peligrosas.

Desmantelan fábrica en Toledo y detienen distribución de 3,5 millones de pilas falsas y peligrosas.

En un reciente operativo, la Policía Nacional ha logrado desmantelar una red criminal dedicada a la producción y distribución de 3,5 millones de pilas de calidad dudosa, las cuales representan un grave riesgo para la salud pública. Este golpe tuvo lugar en el polígono de Cobo Calleja, en Fuenlabrada, así como en otros puntos de la comunidad, gracias a la identificación de una fábrica clandestina en Toledo que intentaba aprovechar la demanda generada por un apagón ocurrido en abril.

Las autoridades, encabezadas por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, realizaron un minucioso operativo el pasado 10 de junio, en el que ingresaron y registraron tres naves industriales. Este proceso ha sido catalogado como el más relevante de su tipo en el país, no solo por la cantidad de productos falsos incautados, sino también por la detención de las instalaciones de fabricación que permitían la producción masiva de estos artículos fraudulentos.

Seis personas de origen asiático, que carecían de antecedentes delictivos, quedaron en custodia de la policía, acusadas de delitos que van desde la violación de la propiedad intelectual hasta la compromisión de la salud pública, dado que estos productos podrían causar lesiones severas. Tras comparecer ante un juez, los detenidos han recuperado su libertad, aunque las investigaciones continúan en marcha.

Víctor de las Heras, líder de la Brigada de Extranjería y Frontera, ha explicado que, tras el apagón del 28 de abril, la organización criminal percibió una oportunidad para incrementar sus ganancias y comenzó a operar rápidamente con la intención de abastecer grandes superficies. Sin embargo, esta actividad fue detectada a tiempo gracias a una investigación en curso.

En el curso de este operativo, las fuerzas del orden encontraron un sofisticado sistema de producción compuesto por varias máquinas y más de 3,5 millones de pilas, además de otros productos falsificados, como cartas de juego y mecheros. La red criminal había montado su operación en polígonos industriales, lo que les permitió pasar desapercibidos al mezclar sus actividades ilegales con la venta de otros productos aparentemente legítimos.

Las indagaciones policiales revelaron que, tras el aumento inicial en la venta de pilas a causa del apagón, se observó una caída significativa en las ventas en la zona de Fuenlabrada, lo que levantó las sospechas sobre la existencia de una red de falsificación que operaba con marcas reconocidas. Para ello, la organización manipulaba pilas importadas de otros países europeos, etiquetándolas en las naves industriales, asegurando una distribución igual de mayor alcance.

Los sospechosos habían adaptado sus instalaciones para minimizar el ruido generado por la maquinaria, utilizando una habitación especial que les permitía mantenerse ocultos de miradas ajenas. Como resultado de esta compleja operación, se utilizaron hasta siete camiones para trasladar toda la mercancía incautada, que ya estaba lista para llegar al mercado a precios reducidos.

Los delitos en cuestión no solo atentan contra la propiedad industrial, sino que también poseen implicaciones serias para la seguridad de los consumidores, dado el potencial peligro de explosiones e incendios que suponen estos productos. La intervención policial ha demostrado la eficacia de las fuerzas del orden en la lucha contra el comercio ilegal y peligrosos fraudes que amenazan la salud y el bienestar del público en general.