TOLEDO, 21 Mar. - Un importante esfuerzo conjunto entre la Policía Nacional y la Policía Local de Toledo ha dado como resultado el cierre definitivo de un punto de venta de drogas operado por dos individuos con antecedentes penales. Esta pareja, compuesta por un hombre y una mujer, utilizaba un narcopiso en el barrio de Palomarejos para distribuir diversas sustancias psicoactivas a un amplio número de consumidores, incluidos jóvenes de apenas 13 y 14 años.

La investigación se reactivó en diciembre pasado, tras múltiples quejas de los residentes de la zona, quienes mostraban su preocupación por el incremento de actividades sospechosas en un inmueble que ya había sido objeto de acciones policiales anteriores. Ante esta situación, la Policía Nacional tomó cartas en el asunto, iniciando una serie de vigilancias para corroborar las denuncias.

Durante las observaciones, los agentes confirmaron una significativa afluencia de personas al lugar. Algunos de estos visitantes eran menores, lo que generó aún más alarma entre los vecinos. Con estas evidencias, los policías solicitaron y obtuvieron el permiso judicial necesario para llevar a cabo un nuevo registro del inmueble.

En la operación, las autoridades encontraron un arsenal de drogas, incluyendo 17,7 gramos de cocaína, casi tres kilogramos de marihuana y más de medio kilo de hachís, además de numerosos envoltorios listos para la venta. También se descubrieron herramientas típicas del narcotráfico, como balanzas de precisión y material para empaquetar las sustancias.

Los detenidos, un hombre de 27 años y una mujer de 45, fueron arrestados en el transcurso de este operativo. Ambos tenían un historial delictivo relacionado, lo que complicaba su situación legal. Este caso marca un hito en la lucha contra el tráfico de drogas en Toledo, dado que la pareja había sido capturada previamente por delitos similares.

El Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial, junto con la Unidad Canina de la Policía Local, fue fundamental en esta operación, que se suma a una serie de acciones realizadas en los últimos meses contra la delincuencia relacionada con las drogas en la región.

Los arrestos se produjeron en junio de 2024 y, posteriormente, en octubre, cuando se detectó que el hombre intentaba reabrir el narcopiso. En esa ocasión, los agentes intervinieron más de cinco kilos de marihuana y cantidades significativas de otras drogas, evitando así que el negocio ilícito resurgiera en la comunidad.

Gracias a estas diligencias y gracias a la cooperación de los ciudadanos, se ha logrado desarticular este punto de venta y, en consecuencia, se ha enviado al detenido a prisión preventiva por parte de la autoridad judicial. Este hecho refuerza la determinación de las fuerzas del orden en la lucha contra el tráfico de drogas en Toledo.