ALBACETE, 7 de mayo. La Policía Nacional ha llevado a cabo una destacada operación en Albacete, resultando en la detención de dos hombres involucrados en una serie de estafas a establecimientos de compra-venta de joyas de oro.

Los arrestados habían estado comercializando piezas de bisutería engañosamente tratadas, logrando que las joyerías les desembolsaran sumas significativas de dinero bajo la creencia de que estaban adquirriendo oro genuino. Esta información ha sido confirmada a través de un comunicado oficial de la Policía Nacional.

La investigación se activó tras recibir una llamada al número de emergencias 091, en la que un ciudadano local reportó la presencia de dos individuos con comportamiento inusual. Al recibir el aviso, varias patrullas se desplazaron al área para verificar la situación, encontrando a los sospechosos dentro de un vehículo con matrícula foránea.

Uno de los hombres portaba ocho cadenas que aparentaban ser de oro y tenía en su posesión 1.500 euros en efectivo. Su compañero, por otro lado, llevaba otras cuatro cadenas similares, además de 2.050 euros y un recibo que certificaba el envío reciente de 1.500 euros a su país de origen desde un locutorio cercano.

Curiosamente, los detenidos estaban situados justo al lado de una joyería, lo que llevó a los agentes a interrogar a la dependienta. Esta reveló que uno de ellos había empeñado una cadena de oro por una cantidad de 1.000 euros, lo que despertó aún más las sospechas de los policías.

Al realizar pruebas adicionales, la comercial descubrió que la cadena en cuestión no era más que bisutería falsificada, cuyo valor real apenas alcanzaba los 20 euros. Ante esta evidencia, los agentes procedieron a la detención inmediata de ambos hombres, acusándolos de estafa.

La cantidad de dinero que llevaban consigo, junto con el aviso de que recientemente habían realizado una transferencia, llevó al Grupo de Delincuencia Económica y Fiscal a investigar más a fondo, identificando a otros dos negocios que también habían sido víctimas de sus artimañas esa misma mañana.

Los otros dos establecimientos habían sido estafados con cadenas similares, de las cuales obtuvieron 800 y 850 euros respectivamente. Se descubrió, además, que los detenidos intentaron vender más piezas en otra joyería sin éxito.

Las pruebas posteriores revelaron que de un total de quince cadenas incautadas, solo una era auténtica. Gracias al aviso del ciudadano y la pronta respuesta de las fuerzas del orden, se logró prevenir la realización de más estafas en la ciudad.

Los detenidos han sido puestos a disposición judicial, enfrentando graves cargos que incluyen tres delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a un grupo criminal. Se sospecha que ambos formaban parte de una red delictiva internacional que trae a individuos de otras naciones para perpetrar crímenes en España, regresando después a su país de origen.