En un operativo reciente en Ciudad Real, la Policía Nacional ha arrestado a los dos líderes de una red ilegal dedicada a la contratación y prestación de servicios de seguridad no autorizados. Los acusados enfrentan serias acusaciones de falsificación mercantil e intrusismo laboral, vinculadas a servicios que deberían ser realizados por vigilantes de seguridad debidamente acreditados.

La intervención policial se desencadenó tras detectar irregularidades en el desempeño de estos individuos, contratados como controladores de acceso en un evento masivo en Almodóvar del Campo. Esta situación llevó a las autoridades a investigar la empresa que los había contratado, tal como se detalla en el comunicado oficial de la Policía.

Los investigadores descubrieron que los detenidos habían utilizado los datos de una empresa del sector de la construcción como fachada, con el objetivo de aparentar que cumplían con las normativas establecidas por la Dirección General de la Policía. Esto les permitió obtener contratos para operar en diferentes tipos de eventos, tanto públicos como privados, como si contaran con la validación correcta en el ámbito de la seguridad.

Además, los falsos vigilantes se hacían pasar por funcionarios del orden público al portar placas de identificación, insignias y uniformes que imitaban los emitidos por el Ministerio del Interior. Esta táctica engañosa llevó a confundir a los asistentes del evento, quienes creyeron que formaban parte del dispositivo de seguridad legítimo o incluso de cuerpos policiales reales.

En consecuencia de estas detenciones, la Unidad Territorial de Seguridad Privada de la Policía Nacional ha propuesto sanciones administrativas para cuatro sospechosos adicionales, responsables de ejecutar actividades de intrusismo en el sector. Estas infracciones pueden dar lugar a multas muy elevadas, que pueden alcanzar hasta 100.000 euros en casos de contratación de servicios sin la autorización correspondiente.