ALBACETE, 23 de mayo.

Este viernes ha comenzado en la Audiencia Provincial de Albacete un juicio que promete ser uno de los más impactantes y controversiales de la región. En el banquillo de los acusados se encuentra un hombre implicado en un trágico incidente que resultó en la muerte de dos personas y heridas a una tercera en el barrio de Las Seiscientas en 2023.

Durante el inicio del proceso, se procedió a la selección del jurado popular, que consta de nueve miembros titulares (seis mujeres y tres hombres) y dos suplentes, procedentes de diversas localidades de la provincia. Este jurado será responsable de emitir un veredicto sobre los hechos y la culpabilidad del acusado, conforme a la ley vigente en casos de tal gravedad.

La fiscalía, al presentar su caso, subrayó el exhaustivo trabajo de investigación que ha llevado dos años, destacando que cuenta con pruebas contundentes que demuestran la responsabilidad del acusado. Entre las evidencias se incluyen análisis de residuos de pólvora, intervenciones telefónicas y testimonios de personas que presenciaron el violento enfrentamiento.

A pesar de que el arma nunca fue recuperada, la fiscal ha alertado que el acusado se deshizo de ella para evadir su culpabilidad. Sin embargo, se han hallado en su domicilio residuos que implican su directa participación en el tiroteo, sosteniendo que él fue el único con un arma durante la confrontación.

La fiscal ha enfatizado que la muerte del hermano del acusado no fue un acto imprudente, sino un homicidio deliberado, argumentando que el acusado es consciente de las consecuencias de sus acciones, especialmente al no haberlo llevado a recibir atención médica y dejarlo en la calle tras el disparo.

La acusación particular, representando a la madre de una de las víctimas, ha resaltado la gravedad de los crímenes en cuestión, describiendo el acto de asesinato como uno de los más horrendos que se puedan imaginar. Durante su intervención, hizo hincapié en la brutalidad del acto, recordando que la víctima fue asesinada frente a sus propios padres.

En defensa del acusado, su abogado afirmó que las pruebas no demuestran de manera irrefutable la culpabilidad de su cliente, señalando contradicciones entre la fiscalía y la acusación particular en la interpretación de los hechos. El abogado también cuestionó la fiabilidad de los testimonios, argumentando que muchos provienen de familiares de las víctimas, lo que podría influir en su objetividad.

El juicio se centra en un suceso trágico ocurrido la noche del 21 de junio, cuando un enfrentamiento entre dos familias terminó de forma violenta, dejando a dos muertos y un herido. La fiscalía ha expuesto que, tras una disputa entre las mujeres de ambas familias, el acusado y sus acompañantes se dirigieron a la casa de la otra familia, donde proferían amenazas hasta que la confrontación escaló a la violencia.

El relato de los eventos describe cómo, en medio de la pelea, el acusado utilizó su arma para disparar, causando la muerte de su hermano y heridas mortales a otro familiar. La tensión llegó a su clímax cuando J.F.S., el padre de uno de los heridos, intentó intervenir, lo que llevó al acusado a huir después de gritar amenazas mientras abandonaba la escena del crimen.

El fiscal está pidiendo una condena total de 50 años de prisión por los cargos de homicidio, asesinato y tenencia ilícita de armas, además de una prohibición de residencia en Albacete durante 30 años. También se han solicitado indemnizaciones considerables abordando el sufrimiento de las víctimas y sus familias.

La continuación del juicio está programada para el lunes 26 de mayo, con la declaración del acusado prevista para el jueves 29 de mayo, un evento que seguramente captará la atención de toda la comunidad.