Crónica Castilla-La Mancha.

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Fiscalía reduce la solicitud de castigo por abuso sexual en Toledo, mientras defensa insiste en la inocencia del acusado.

Fiscalía reduce la solicitud de castigo por abuso sexual en Toledo, mientras defensa insiste en la inocencia del acusado.

TOLEDO, 11 de marzo. La Fiscalía ha decidido reducir la pena solicitada para J.C.O.T., quien enfrenta cargos por abuso sexual continuado contra una menor de 16 años, presuntamente cometidos contra su hija cuando ésta contaba con solo 10 años. La nueva petición de condena ahora oscila entre tres y seis años de prisión, y las penas accesorias también han sido modificadas a la baja.

Así lo ha indicado el abogado defensor al término del juicio celebrado este martes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo, donde se han discutido los pormenores del caso y las evidencias presentadas.

La defensa ha mantenido su postura y ha solicitado la absolución de J.C.O.T., argumentando que, en caso de que se dictara una sentencia condenatoria, deberían considerarse las atenuantes por dilaciones indebidas, dado que los hechos en cuestión presuntamente ocurrieron hace más de siete años, concretamente en enero de 2018. Esta atenuante ha sido reconocida también por la Fiscalía.

Los acontecimientos que se han juzgado se remontan al 20 de enero de 2018, cuando el acusado, tras separarse de su pareja, estaba cuidando a sus tres hijos menores durante un fin de semana en su hogar. Mientras los niños dormían la siesta, J.C.O.T. ingresó en la habitación donde se encontraba su hija de 10 años, quien le pidió, al escucharle, que le hiciera cosquillas para poder dormir.

Según la acusación, el hombre, aprovechando la confianza que tenía con su hija, solicitó que se subiera a su regazo y procedió a introducir sus manos debajo de su ropa, tocándola inapropiadamente. Este acto fue interrumpido por la entrada repentina de su hijo menor, de tan solo 4 años en ese momento, lo que llevó al acusado a desviar la atención y a advertir a su hija que no hablara sobre lo ocurrido.

Más tarde esa noche, el acusado intentó nuevamente acercarse a su hija mientras se disponían a dormir juntos. Según las alegaciones, le preguntó si quería más caricias, repitiendo los mismos actos inapropiados que había realizado anteriormente. Cuando fue interrumpido por una notificación de su teléfono, la menor logró escapar hacia el baño.

Al regresar a la cama, la menor se colocó en un extremo y fue nuevamente víctima de tocamientos por parte del acusado, que solo cesaron cuando ella le pidió que parara. A lo largo de esa noche y en días posteriores, el padre habría instado a su hija a mantener en secreto lo ocurrido, incluyendo a su madre. Además, existen denuncias de incidentes previos en los que el acusado habría aprovechado el sueño de su hija para realizar acercamientos inapropiados.