En la mañana del miércoles 15 de enero, la península ibérica ha despertado bajo un manto de heladas que han logrado adentrarse en diversas regiones, con temperaturas mínimas que han descendido por debajo de los -10ºC, según ha indicado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Este fenómeno invernal ha impactado particularmente al noroeste del país, donde se han registrado cifras que hacen eco del intenso frío que azota la zona.

Específicamente, el lugar que ha experimentado las temperaturas más extremas ha sido Cuéllar, en la provincia de Segovia, donde el termómetro ha marcado la impresionante cifra de -12,4ºC a las 07:30 horas. Esta marca no solo subraya la dureza del invierno, sino que también plantea interrogantes sobre cómo el clima extremo puede afectar las actividades cotidianas y la vida en las comunidades locales.

La AEMET, a través de un comunicado en la red social X, ha detallado otros lugares que también han registrado temperaturas bajo cero. Puerto del Pico en Ávila ha alcanzado -10,7ºC, y en Molina de Aragón (Guadalajara) se han medido -10,5ºC. Además, localidades como Tembleque (Toledo) y Ucero (Soria) han anotado -10,4ºC, y Valderredible, Cubillo de Ebro (Cantabria) y Pedrosillo de Los Aires (Salamanca) han llegado a -10,1ºC. Por último, Sardón de Duero, en Valladolid, ha alcanzado los -10ºC, reforzando un patrón de frío que parece repetirse en diversas ubicaciones.

Por otro lado, aunque no han alcanzado la barrera de los -10ºC, otros municipios como Aranda de Duero (Burgos) y Salvacañete (Cuenca) también han sentido el impacto del frío, con mínimas de -9,8ºC y -9,7ºC, respectivamente. Estos datos son un recordatorio de que el invierno aún tiene mucho que decir en el panorama meteorológico español, y la población debe estar preparada para enfrentar estas condiciones adversas.