Crónica Castilla-La Mancha.

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Hospital de Toledo reconoce a su Servicio de Cardiología por investigación sobre recuperación de pacientes con covid persistente.

Hospital de Toledo reconoce a su Servicio de Cardiología por investigación sobre recuperación de pacientes con covid persistente.

TOLEDO, 7 de septiembre. En un destacado reconocimiento a la investigación en salud, la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Toledo, que opera bajo el auspicio del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ha obtenido el prestigioso Premio al Mejor Artículo otorgado por la Sociedad Española de Cardiología. Este galardón se concede por un estudio sobre la readaptación funcional a través de la actividad física terapéutica en pacientes que enfrentan las secuelas del covid persistente, también conocido como Recover.

El doctor Alejandro Berenguel, quien dirige la mencionada unidad, ha sido el artífice principal de esta investigación, que ha contado con la colaboración de cardiólogos de diversos hospitales en Toledo, Barcelona y Vizcaya. Además, se han sumado expertos de la Escuela Central de Educación Física de Toledo y del Departamento de Fisiología y Metabolismo de la Universidad de Colorado, según ha informado la Junta de Castilla-La Mancha en un comunicado oficial.

El Dr. Berenguel ha destacado que "el síndrome de covid persistente es un fenómeno común tras la infección por SARS-CoV-2, donde la intolerancia al ejercicio se erige como uno de los síntomas más preocupantes y limitantes". Asegura que estudios recientes, incluyendo el realizado por su equipo, sugieren que parte de la causa de estos síntomas puede deberse a una disfunción en las mitocondrias musculares, lo que implica que el ejercicio podría representar una forma efectiva de tratamiento.

La investigación, que involucró a 50 pacientes durante un período de 15 meses, se centró en evaluar la efectividad de un programa de ejercicios diseñado y dirigido por entrenadores altamente capacitados en la mejora de la capacidad funcional de los afectados por el covid persistente. Esta capacidad se midió a través de un análisis ergoespirométrico (VO2), abordando uno de los síntomas más frecuentes que impacta negativamente en la calidad de vida de los individuos.

Los participantes, con edades comprendidas entre los 18 y 65 años, presentaban síntomas compatibles con el covid persistente al menos 12 semanas después de haber contraído la enfermedad, incluyendo fatiga o dificultad para respirar durante el ejercicio, y fueron seleccionados por ser asintomáticos previamente, sin otras patologías que pudieran explicar sus síntomas.

Por primera vez, se ha documentado cómo un programa de entrenamiento de esta naturaleza no solo mejora significativamente la capacidad funcional objetiva de los pacientes, como se evidenció en las mediciones de VO2 y la fuerza neuromuscular, sino que también impacta positivamente en todas las escalas subjetivas de calidad de vida. Esto abre una puerta a nuevas alternativas terapéuticas para aquellos que padecen las secuelas del covid.