La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social ha descendido en Castilla-La Mancha al 26,1% durante el año 2022, lo que supone una mejora significativa frente al 27,4% que se registró en el 2021, según informa la Encuesta de Condiciones de Vida publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE)
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Estos datos también muestran un aumento en los ingresos medios por persona, que se establecen en 11.037 euros en el 2022 frente a los 10.257 euros registrados en el 2021. Además, la tasa Arope en Castilla-La Mancha se ha situado en un 31,6%, mientras que la renta por hogar ha aumentado de los 26.060 euros del 2021 a los 27.864 euros del 2022.
La encuesta del INE también pone de relieve que un 34,4% de los habitantes de Castilla-La Mancha no pueden permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año y un 36,6% de ellos no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos.
El estudio revela además que un 14,5% de los ciudadanos de la región tienen retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos, mientras que el 10,8% reconoce tener mucha dificultad para llegar a fin de mes.
En el ámbito nacional, el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social se ha reducido hasta el 26% en el 2022, casi dos puntos menos que el año anterior (27,8%), según destaca el Ministerio de Asuntos Económicos. Se trata del dato más bajo registrado desde el año 2013 y "se adelanta 8 años la consecución del objetivo previsto en el Informe España 2050, de alcanzar este nivel (Índice Gini: 32,0) en 2030".
El informe indica que se ha producido una reducción de la tasa AROPE en sus tres componentes en 2022, lo que ha llevado a una disminución del porcentaje de población en riesgo de pobreza, del de personas residentes en hogares con carencia material y social severa, y del de población en situación de baja intensidad en el empleo, que es el menor nivel de la serie histórica.
Atendiendo al perfil de la población, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social de los habitantes que no tienen educación superior se sitúa en un 36,1%, mientras que para las personas con estudios superiores esta tasa se reduce hasta el 14,1%. En relación con la actividad, el 55,7% de los parados se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 16,5% de los ocupados y el 17,4% de los jubilados.
Con respecto a las comunidades autónomas, las tasas más elevadas de riesgo de pobreza o exclusión social se registran en Extremadura (36,9%), Canarias (36,2%) y Andalucía (35,8%). Mientras, la Comunidad Foral de Navarra (14,5%) y el País Vasco (15,7%) presentan las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas.
El Ministerio de Asuntos Económicos destaca que los resultados son fruto de "la eficacia de las medidas adoptadas para compensar a vulnerables y sectores más afectados y los positivos resultados de las reformas, que están permitiendo mejorar la situación de las familias" y que "la mejora en las condiciones de vida, la reducción de la población en riesgo de pobreza y el mayor acceso al empleo son especialmente relevantes en el contexto de crisis internacional y elevada inflación", según informa la agencia Europa Press.