CUENCA, 22 de mayo. En respuesta a las inquietudes de los residentes, el Ayuntamiento de Cuenca ha decidido aplazar la formalización de la obra del paso peatonal ubicado en el Puente de la Trinidad. Esta medida busca recabar más información sobre los problemas de drenaje y las inundaciones en los garajes durante los episodios de lluvia que afectan a los hogares cercanos al parque del Huécar.

La inauguración del túnel que conecta los paseos fluviales de Huécar y Júcar estaba programada para el jueves pasado, pero un grupo de vecinos se presentó en el evento con pancartas en señal de protesta. Ante esta situación, el alcalde y los miembros del Consorcio Ciudad de Cuenca, responsable del proyecto, dialogaron con los manifestantes y decidieron posponer la apertura.

El alcalde Darío Dolz afirmó que el Ayuntamiento aplaza la recepción de la obra a instancias de los ciudadanos, aunque defendió que se ha realizado conforme a lo estipulado y que el estado actual de la obra “está perfectamente ejecutado y poco o nada tiene que ver con lo que ocurre en los garajes”.

La obra, que tiene un costo estimado en 887,000 euros, fue efectuada con atención a todos los detalles del plan inicial, añadiendo mejoras en la pendiente y en el drenaje de la zona. Sin embargo, tras la intensa granizada del 2 de mayo, en la que llovieron 18 litros por metro cuadrado en solo 50 minutos, se produjo una inundación en la plaza adyacente, lo que llevó a Dolz a reconocer que el granizo obstruyó las tuberías, provocando el rebose de agua en las alcantarillas.

El alcalde explicó que el Parque del Huécar enfrenta un desafío de hidráulica, ya que es un punto de colecta de agua proveniente de áreas como Puerta de Valencia y el Hospital de Santiago. En situaciones de lluvia excepcional, como la del día mencionado, una porción de la red de desagües se ve bloqueada.

De acuerdo con Dolz, después de la tormenta del 2 de mayo, aunque algunos aliviaderos se atascaron, la intervención de los bomberos no fue necesaria, ya que el agua había sido evacuada en pocos minutos. Aun así, el alcalde se comprometió a solicitar informes adicionales sobre la obra y, en particular, sobre la red de desagües, con el objetivo de reducir el flujo de agua en esta sector de la ciudad. Además, planea reunirse con los vecinos la próxima semana para determinar soluciones a los problemas hidráulicos.

Las viviendas adyacentes al parque se construyeron a comienzos de los años 80 y han enfrentado problemas de inundaciones aún antes de que comenzaran los trabajos en el Puente de la Trinidad. Pedro Pérez Martínez, portavoz de los vecinos del Paseo del Huécar, criticó que los proyectos deben considerar el contexto en el que se desarrollan y, en este caso, el paso peatonal fue planeado sin tomar en cuenta los problemas existentes.

Los residentes presentaron sus objeciones a los trabajos en 2023, antes de la apertura del periodo de alegaciones, y vivieron una inundación en el día del Corpus Christi, cuando el agua incluso entró en los vehículos estacionados en el garaje. Para 2024, enviaron alegaciones, destacando que sus advertencias se han cumplido en su totalidad: “La urbanización fue realizada de manera deficiente, solo hay un sumidero y las tapas de las alcantarillas están por encima del nivel del suelo”.

Si bien el proyecto del paso del Puente de la Trinidad ha añadido tres sumideros, no se han abordado otros factores esenciales que agravan la situación, como la acumulación de agua a los pies del puente que desciende por las escaleras, reduciendo la capacidad del colector y causando que el agua que no puede ser absorbida termine en el sector como aguas residuales.

Pérez reconoce que el Consorcio y la empresa constructora han cumplido con el proyecto, pero su decepción radica en que esta obra representaba una oportunidad para resolver un problema que han estado padeciendo desde la urbanización del parque del Huécar.