En el día de ayer en Madrid, el ministro de Transportes, Óscar Puente, lanzó un duro ataque contra el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, durante su intervención en el Comité Federal del PSOE. A pesar de su deseo de replicar a las críticas, no se le otorgó la oportunidad de hacerlo.

García Page se ha presentado como la voz disonante dentro del partido, instando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a someterse a una cuestión de confianza en el Congreso o a convocar elecciones anticipadas. Según su criterio, las iniciativas propuestas por Sánchez son claramente insuficientes para afrontar lo que considera la crisis más grave que ha enfrentado el PSOE en la era democrática. Esta crisis ha resultado en la encarcelación de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del partido, quien contaba con una considerable influencia hasta hace poco.

En respuesta a las declaraciones de Page, Puente no dudó en calificarlo de "hipócrita", criticando especialmente sus comentarios recientes que insinuaban que otros miembros del partido podrían enfrentar la misma suerte judicial que Cerdán. El dirigente regional había señalado la incertidumbre que rodea a algunos integrantes del PSOE, sugiriendo que ni siquiera se sentirían seguros en sus puestos de trabajo durante el fin de semana.

Atraído por las polémicas declaraciones de Puente, Page solicitó de nuevo la palabra en un Comité que se estaba extendiendo. Desde su equipo, se percibe que el gran número de intervenciones no era casualidad, sino un intento de hacer parecer que Page era el único crítico en un contexto donde la mayoría respaldaba la postura de Sánchez.

No obstante, la mesa del Comité Federal desestimó su solicitud de intervención. Fuentes dentro del Ferraz indicaron que no se ofreció la posibilidad de réplicas, a pesar de la multiplicidad de peticiones que existían para hablar.

El equipo de García Page ha expresado su descontento por las críticas lanzadas por Puente y otros miembros del gobierno, como la portavoz Pilar Alegría, argumentando que han centrado sus esfuerzos en atacarlo. Además, consideran que Puente no debería haber tomado la palabra tras la intervención del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.