TOLEDO, 14 de marzo. La Audiencia Provincial de Toledo se prepara para juzgar el próximo martes, 18 de marzo, a un individuo identificado como J.R.J.B., que enfrenta una acusación grave que podría resultar en una condena de 44 años y tres meses de prisión. Este caso se centra en las interacciones del acusado con varias menores a través de plataformas de mensajería como Instagram y WhatsApp entre 2021 y 2022, donde, según se alega, les solicitaba fotografías y videos de contenido sexual. En algunos casos, se alega que ofreció dinero a las menores a cambio de estos materiales inapropiados.

Las autoridades han señalado que el acusado no solo solicitaba contenido sexual, sino que también envió a las niñas material pornográfico, incluyendo videos que mostraban a otras menores, lo cual agrava aún más la situación. Se subraya que sus acciones han dejado una huella preocupante en la seguridad de estos jóvenes, lo que exige una respuesta contundente por parte de la justicia.

Según el informe de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, J.R.J.B. mantuvo comunicación con una menor identificada como A. entre agosto y octubre de 2021. A pesar de que la víctima le indicó explícitamente que tenía 15 años, el acusado continuó enviándole un gran número de imágenes y videos de contenido sexual. A través de su persistencia, logró que A. le enviara dos fotografías de carácter sexual.

Asimismo, el acusado contactó a otra menor, C., en febrero de 2022, también cuando tenía 15 años. Aunque C. le advirtió sobre su edad, J.R.J.B. no dudó en enviarle material pornográfico, logrando que la menor le enviara tres videos y varias fotografías íntimas.

Otra de las víctimas, identificada como D., fue objeto de sus solicitudes durante casi un año. A pesar de conocer que D. era menor de edad, el acusado siguió enviándole contenido sexual y logró que la menor le enviara fotografías íntimas, incluso llegó a recibir material explícito que no debería haber estado en circulación.

También está documentado que entre diciembre de 2021 y febrero de 2022, el individuo contactó a E. a través de Instagram, a quien presionó para que le enviara fotos y videos íntimos, los cuales compartió posteriormente con otros menores en la misma red social.

El accionar del acusado continuó con más víctimas durante el mismo periodo, incluyendo menores a las que también solicitó contenido personal a pesar de ser plenamente consciente de su corta edad. En un caso notable, persuadió a una menor de 11 años, L., a quien le envió imágenes de contenido sexual, lo que evidencia la gravedad y la naturaleza depredadora de sus interacciones.

La Fiscalía ha decidido actuar con severidad, presentando un total de cinco delitos de corrupción de menores por captación y difusión de material pornográfico, lo que podría acarrear 30 años de prisión. Además, se le acusan otros delitos relacionados que suman un total de 21 años de penas adicionales, intentando así garantizar que este comportamiento no vuelva a repetirse en el futuro.

El Ministerio Fiscal también ha solicitado medidas de protección adicionales para las víctimas, incluyendo la prohibición de acercamiento del acusado a menos de 300 metros de ellas, así como condiciones de libertad vigilada y la inhabilitación para cualquier profesión que implique el contacto con menores de edad. Este caso resaltará la importancia de la protección infantil y la necesidad de acciones firmes para salvaguardar la seguridad de los jóvenes en la era digital.